Este Búho, a propósito del terremoto que produjo en las redes el ampay de Christian Domínguez en su camioneta, no puede evitar recordar una escena de la notable comedia romántica ‘Cuando Harry conoció a Sally’ (1989), con Meg Ryan y Billy Crystal. Harry Burns (extraordinario Crystal) está con su amigo Jess, quien le pide consejo porque afronta problemas con su pareja.
‘Los matrimonios no se separan por infidelidad. Es solo un síntoma de que otra cosa anda mal’, le aseguraba Harry. ‘¿De verás?’, responde Jess. ‘Bueno, pues ese ‘síntoma’ se está tirando a mi esposa’. También recordé la frase de Gabriel García Márquez sobre el mismo tema: ‘Se puede llegar a perdonar una infidelidad, pero nunca una deslealtad’.
El colombiano jamás se separó de su esposa Mercedes, pero la ponía al tanto de sus ‘escapadas’ con otras mujeres de una sola noche porque el de Aracataca no podía con su genio. Su esposa y madre de sus dos hijos lo había acompañado en las épocas de ‘vacas flacas’.
Ella trabajaba manteniendo el hogar para que él escribiera ‘Cien años de soledad’. Con esa obra maestra llegó la fama y la fortuna, pero no la abandonó por una más joven, como hicieron otros escritores. Supongo que a eso se refería cuando hablaba de lealtad. También siempre la tuvo a su lado en sus reuniones con presidentes, hombres famosos y en sus viajes por todo el mundo.
Aunque al final de su vida se descubrió que tuvo una hija con una periodista mexicana y eso no le pareció una actitud muy ‘leal’ a Mercedes. Pero en Hollywood se han dado muchos casos de infidelidades escandalosas que destruyeron matrimonios y familias.
BEN AFFLECK Y JENNIFER GARNER: El entonces héroe de ‘Armagedón’ y la actriz de ‘Si tuviera 30′ formaban un matrimonio con hijos y diez felices años de vida en común. Hasta que la propia Jennifer sorprendió a su marido engañándola ¡con la niñera! Finalmente, la pareja se divorció en el 2018.
ARNOLD SCHWARZENEGGER Y MARIA SHRIVER: ‘Terminator’ y la periodista de TV Maria Shriver, sobrina de John F. Kennedy, anunciaron su separación luego de 25 años de matrimonio y fue un shock para todos. Pero la sorpresa más grande llegó cuando el mundo descubrió que Schwarzenegger era el padre de un hijo nacido de un romance extramarital con la empleada del hogar de origen latino, Mildred Baena, en 1997.
El escándalo fue mayor, pues el niño solo tenía días de diferencia al nacer que Patrick, el tercero de sus hijos dentro del matrimonio. Después de una década, la pareja alcanzó un acuerdo económico de 400 millones de dólares para, de una vez por todas, firmar los papeles de divorcio en el 2021.
BRAD PITT Y JENNIFER ANISTON: Pocas rupturas despertaron tanto drama como la separación de Brad Pitt y la chica buena de ‘Friends’, Jennifer Aniston. Casados desde el 2000, a principios de 2004 ella confesó que estaba lista para tener hijos con Brad, pero ese mismo año Pitt comenzó a trabajar con Angelina Jolie en su película ‘Mr. and Mrs. Smith’.
Angelina luego admitió a Vogue que ahí es donde comenzó el romance con el actor. Jen y Brad se separaron en enero de 2005. La estrella de ‘Friends’ dijo más tarde que a Brad le ‘faltaba un chip de sensibilidad’. Los tramposos se casaron nueve años después y se separaron en 2016 con denuncias de Angelina de que su marido, borracho, la agredió a ella y a sus hijos durante un vuelo privado.
MEG RYAN Y DENNIS QUAID: Pocos saben del escándalo personal que amenazó con hundir la carrera de la actriz Meg Ryan. Se trató de una infidelidad de ella dentro de su matrimonio con el también actor Dennis Quaid. Ambos se casaron en 1991 y eran considerados la ‘pareja perfecta’ de Hollywood. Tenían un hijo pequeño que se quedó a cargo de Dennis cuando ella viajó hasta Quito para filmar ‘Prueba de vida’ en el 2000, sobre un inhumano secuestro de un norteamericano por un grupo guerrillero latinoamericano que bien podría ser el MRTA.
Durante el rodaje, la dulce esposa ejemplar, Ryan, se vio envuelta en un volcánico romance con su coprotagonista, Russell ‘Gladiador’ Crowe. Meg creyó que la cosa iba en serio, le planteó el divorcio a Quaid y estalló el escándalo. Esto perjudicó incluso el mismo estreno de la película. Pero las consecuencias para su carrera –además de las de su vida personal– fueron enormes.
A ella la tildaron de ‘destroza hogares’, mientras Crowe ganaba el Oscar por ‘Gladiador’ y nadie lo llamaba ‘partidor’. Y al marido engañado, el expresidente Bill Clinton lo invitaba a volar en el avión presidencial para consolarlo por el divorcio. Apago el televisor.