Este Búho asiste a la tremenda, y no puedo evitar evocar un tema del recordado grupo argentino ‘Sui Generis’, que lo pinta de cuerpo entero, ‘Fabricante de mentiras’:

TE VA A INTERESAR: EL BÚHO ENTRE FÚTBOL Y POLÍTICA

‘Él era un fabricante de mentiras/ él tenía sus historias de cartón/ su vida era una fábula de lata/ sus ojos eran luces de neón/ y nunca tengas fe que sus mentiras pueden traer dolor...’.

Se equivocan quienes piensan que la crisis se trata solo ‘del sector Interior’, como lo quiso hacer ver Castillo, que en una entrevista fabricó sus propios embustes al responsabilizar a de no haberle comunicado sus discrepancias con el desaforado comandante general de la Policía, Javier Gallardo, ni haberlas puesto a debate en el Consejo de Ministros.

Increíble el cinismo del profesor cuando se viene hablando desde hace semanas de la denuncia que se habría pagado entre 25 y 40 mil dólares por ascensos de coroneles a generales. Pero Guillén no es ningún héroe en este episodio penoso que aceleró la crisis de gobierno, pues cumplió un lamentable papel a las órdenes de Castillo y sus asesores que ‘gobiernan en la sombra’.

Héctor Valer Pinto juró como nueva presidente del Consejo de Ministros

Eso quedó en evidencia al prestarse para la ‘deportación’ de los delincuentes venezolanos que terminó en un frustrado episodio tragicómico, pero lo más grave fue nombrar a 13 prefectos del partido de Castillo, vinculado a organismos senderistas.

DESCABEZADA LA POLICÍA DE DELITOS DE ALTA COMPEJIDAD

Pero Pedro, a pesar de ello, valoró más los servicios del general Gallardo, manejado por Cerrón, quien se mostró servil con el mandatario. Fue él quien descabezó la División de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) que investigó y mandó encarcelar a la banda ‘Los Dinámicos de Centro’, integrada por conspicuos miembros de Perú Libre.

Y lo más inaudito: según una investigación periodística, estaba coludido con una empresaria investigada por corrupción, a la que incluso llevó a reunirse más de una vez con el presidente en Palacio.

Al final se fueron los dos, pero Castillo se la había jugado por su general. Pese a que desde un primer momento la premier Mirtha Vásquez fue el ‘paño de lágrimas’ de Guillén y sabía de su calvario, la izquierda no quería perder sus piezas en un tablero de ajedrez donde de alfiles pasaron a ser peones y tontos útiles.

Por eso, a pesar de que desde finales de año el presidente le había bajado el dedo a ‘Cleopatra’ e inclusive había tanteado como posible sustituto al empresario Ricardo Márquez, que declinó, la premier, los ‘caviares’ y la izquierda mendocista lo siguieron apoyando pese a todas las mentiras en torno a su relación con Bruno Pacheco y la lobista Karelim López.

PEDRO CASTILLO, CÍNICO Y CORRUPTO

Me corrijo si alguna vez llamé inimputable a Castillo. Es, más bien, un hombre cínico y corrupto. Un ‘fabricante de mentiras’ como reza la canción. Un mentiroso patológico y lo peor es que se cree todos sus embustes.

El mandatario no se fabricó solo, la izquierda ‘caviar’ tiene responsabilidad en esta tragicomedia. Ahora salen a decir que había un gabinete ‘en la sombra’ y que ‘él prefirió la corrupción’. ¿Por qué recién hablan ahora que se les acabó la mamadera de los ministerios?

Ellos alimentaron ese ‘monstruo’, un ‘mono con metralleta’, en lo que se convirtió y, según sus propias palabras, ‘llegó a la presidencia a aprender’, a costa del sufrimiento del pueblo peruano de ver cómo su país se va a la deriva por su culpa.

Con instituciones corroídas y lesionadas, como la Policía Nacional que tiene que combatir los embates de una delincuencia que nos arrastra como un tsunami. Esta crisis política la originó Pedro Castillo. Ahora pretende pasar por ‘moderado’ nombrando un nuevo Gabinete liderado por Héctor Valer que, sin embargo, es criticado por su sinuosa carrera política en la que cambia de partidos como de camiseta.

Pero el funesto mandatario sigue con su plan de erosionar las instituciones del Estado con su ‘gabinete en las sombras’. Que reconozca que lo han jalado en su examen de cómo ejercer la presidencia. Y ahora ya no hay sustitutorios. No espere que lo vaquen. La renuncia puede ser algo digno, después de la indignidad en la que ha sumergido a su gobierno. Apago el televisor.

TE VA A INTERESAR:

Contenido sugerido

Contenido GEC