
Este Búho lamenta la situación que vive el país ante la reciente crisis del gobierno de Dina Boluarte y que terminó con la renuncia del premier Gustavo Adrianzén, cuando ya se anticipaba su censura. Una presidenta con una cifra cercana al cero por ciento de aprobación, lo que significa que casi la totalidad del país la rechaza, solo puede generar inestabilidad.
Y no se espera nada bueno en lo que resta de su presencia en Palacio. El nuevo primer ministro, Eduardo Arana, ya era sindicado como el ‘premier en la sombra’ y es evidente que Dina no ve más allá de sus narices. Es incapaz de nombrar un gabinete de consenso con gente preparada que pueda levantar en algo su alicaída imagen. Incluso, en un sombrío pacto con el partido de César Acuña, nombra en el Ministerio de Transportes a un tipo oscuro y que no da la talla para el cargo.
En política no hay casualidades. Ahí hubo negociaciones y pactos debajo de la mesa. En realidad, los peruanos estamos viviendo una pesadilla. Desde Pedro Castillo y su sucesora todo se ha envilecido. Reitero, la izquierda no sirve para gobernar, sino miren los casos de Cuba, Venezuela y Bolivia. Acá salta la pus donde uno pone el dedo.
Este gobierno apoyó hace un tiempo con más de 800 millones de dólares a Petroperú, una empresa quebrada, en lugar de construir más cárceles como Challapalca para enterrar de por vida a sicarios, extorsionadores y violadores de niños.
El país está de cabeza y no tenemos futuro con la terrible criminalidad que nos amenaza y mata cada día. Me pongo en los zapatos de la población, que todos los días hace malabares para subsistir en medio de la crisis económica y encima es víctima de lacras que la asesinan si no paga un maldito cupo. No hay país que pueda crecer con esta ola delictiva que nos agobia. Hay que imitar cómo se aniquiló a las mafias en otros lugares. Pero la pésima gestión de Dina Boluarte es incapaz de tomar decisiones radicales para proteger al pueblo.
Por eso la gente está rabiosa, harta de estos políticos. Ahora que los miserables delincuentes disparan contra buses llenos de pasajeros, se debería capturarlos y juzgarlos como terroristas. ¿Por qué no lo hacen? El fujimorismo y el partido de César Acuña son la comparsa de este gobierno. ¿Qué están haciendo para proteger al pueblo? Hay lacras dentro de organizaciones criminales que son irrecuperables para la sociedad. Psicópatas que no tienen cura. Por este tipo de crimen tan salvaje, en algunos lugares de los Estados Unidos serían condenados a la pena de muerte.
No puede ser posible que a sicarios que cometen un asesinato múltiple, con niños como víctimas, se les encarcele en Lurigancho o Sarita Colonia, donde con dinero se consiguen drogas, mujeres, celulares, internet, y pueden reducir su pena ‘siete por uno’ por ‘trabajo’ o ‘estudios’.
En Norteamérica, a los enemigos de la sociedad, a los condenados a cadena perpetua por asesinatos alevosos, terroristas o narcotráfico con muerte, los sepultan en prisiones de máxima seguridad. Como le ocurrió al mafioso ‘capo de capos’ John Gotti, condenado a cadena perpetua, quien murió en la cárcel federal de Chicago; al ‘Chapo’ Joaquín Guzmán, sepultado en la prisión de Florence, Colorado, conocida como el ‘Alcatraz de las Montañas Rocosas’ o ‘Supermax’ (por ser la prisión de máxima seguridad más draconiana). La delincuencia, el sicariato, los secuestros y la extorsión se han desbordado. Y estamos en un desgobierno total. Para colmo de males, el Congreso le hace el juego al gobierno con sus leyes a favor de la delincuencia. Apago el televisor.
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