Este Búho tiene una gran desconfianza de los políticos. Los peruanos estamos decepcionados después de ver cómo los últimos presidentes han terminado acusados de graves delitos de corrupción, presos y hasta en el más allá. Recuerdo claramente, por ejemplo, el rostro de Alejandro Toledo cuando una reportera le preguntó si había recibido coimas de la siniestra empresa Odebrecht. ¿Que yo recibíiiii? ¿Cuándo? No le permitoooo… Sinvergüenza y caradura.
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Ahora está encerrado y su abogado pide que lo liberen después de que todas las evidencias apuntan a que recibió sobornos por más de 30 millones de dólares. A medida que se acercan las elecciones todos prometen y muestran caras sonrientes y de afecto en plazas y mercados. Pero cuando están en el poder se llenan de soberbia. Y es cuando empiezan a dar licitaciones a dedo a sus amigos, sobrevaluar costos y recibir dinero sucio a través de testaferros.
Escribo esto para que los peruanos no se dejen sorprender. Lean, investiguen. Un caso típico de político mentiroso y siniestro es el ‘Lagarto’ Martín Vizcarra. Sobre él pesan graves acusaciones de corrupción desde su época de gobernador regional de Moquegua, como haber recibido millonarias coimas para favorecer licitaciones durante su gestión. Especialmente a empresas chinas. Incluso, dos de sus ‘Intocables de la corrupción’ están presos, pese a que uno devolvió medio millón de soles.
Pero, sin duda, su paso por Palacio de Gobierno terminó por coronarlo como uno de los políticos más nefastos de la historia peruana. Motivos sobran para considerarlo así. Recuerdo que en una entrevista a su secretaria personal, la que siempre estaba a su lado, Karem Roca, ella da luces sobre las oscuras y raras obstinaciones del ‘Lagarto’, como iniciar sus días de presidente con asesorías del inefable ‘Richard Swing’, ¡a quien le prometió el Ministerio de Cultura! Increíble. “(Richard Swing) No le decía presidente, le decía Martín.
Sus asesorías empezaban a las 5:30 o 6 de la mañana”, contó Roca al periodista Carlos Paredes, autor de ‘El perfil del Lagarto’. Otro de sus asesores más importantes fue el vidente de ‘Chollywood’, el popular Hayimi. “Iba una vez al mes. Siempre que iba, coordinaba con el señor (Vizcarra) por teléfono. Una vez vino con unas espadas y dijo que tenía que hacerle una limpia al señor. Hayimi entró al despacho, se quedó un par de horas con el señor. Sé que el señor le daba un sobre”, contó Roca.
Carlos Paredes también describe en su libro ese vínculo íntimo entre el ‘Lagarto’ y el brujo: “Hayimi no tenía como herramientas a la sociología, la psicología de masas o la comunicación política; lo suyo eran las ciencias ocultas. Era el guía que intentaba satisfacer una de las obsesiones de Vizcarra: la futurología o, en lenguaje común, adelantarse a la jugada”. Durante toda la crisis sanitaria generada por el maldito virus, el ‘Lagarto’ no escuchó a su premier, ni a su ministro de Economía, ni a los de Salud, ni a nadie profesionalmente preparado, sino recurrió al inefable ‘Richard Swing’ y al hombre que le hacía limpias con su espada.
A ellos les consultaba qué decisiones tomar sobre los problemas que agobiaban y arrinconaban al abismo a nuestro país. Ahora vemos las consecuencias. En el colmo del descaro, se descubrió que, junto a su esposa y su hermano, se vacunó contra el coronavirus a escondidas, mientras miles de peruanos morían por falta de una cama de cuidados intensivos. Hoy, después de negarlo incontables veces, está acorralado, pero parece que aún tiene poder en la Fiscalía porque, en una ‘extraña movida, sacaron al fiscal José Luis Quispe Changanaqui, quien conocía muy bien toda la red de Vizcarra. Estaremos atentos. Apago el televisor.
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