Este Búho reitera una vez más que el principal problema que tienen los peruanos es la terrible inseguridad ciudadana que no nos deja vivir en paz. Parece que a nadie le llama la atención que Paolo Guerrero tome la decisión de no jugar en el club César Vallejo por la terrible ola de violencia que se vive en Trujillo, una de las ciudades más importantes del Perú.
La presidenta Dina Boluarte es desaprobada por la mayoría de la población porque no asume con mano dura esta difícil cruzada. No puede ser posible que en un distrito próspero como Lince el crimen organizado asesine mujeres, haga detonar granadas y todo siga ‘normal’.
Con respecto al combate a la criminalidad, este columnista sostiene que se debe conformar un equipo especial de inteligencia para enfrentarla, como el Grupo Especial de Inteligencia (GEIN) en la época de Sendero Luminoso para enfrentar y derrotar al terrorismo.
Hoy la ciudadanía tiene otro enemigo que también causa el terror y amenaza las vidas y las economías de los peruanos: la criminalidad común. Son miles de ciudadanos que han cerrado sus negocios, emprendimientos forjados con arduo trabajo y han migrado al extranjero para no volver por culpa de los malditos extorsionadores, por los asesinatos a ciudadanos que no pagaron cupos, de trabajadoras sexuales que no quieren seguir esclavizadas por las mafias de los venezolanos del ‘Tren de Aragua’, por las granadas que lanzan a locales públicos.
Todo esto ya no puede tipificarse como simples ‘delitos comunes’. Esto ya es ‘terrorismo urbano’ puro y duro. Y como tal, estas lacras deben ser combatidas por el Estado con un comando especial dedicado única y exclusivamente a desbaratarlas, que investigue, se infiltre y las destruya.
La Policía no puede seguir recogiendo cadáveres que riegan los homicidas, pues deben estar un paso adelante. La vez pasada me indigné porque los cabecillas venezolanos de ‘Los Hijos de Dios’, facción del ‘Tren de Aragua’, conocidos como ‘Los Mellizos’, responsables del asesinato de una meretriz en Lince y el lanzamiento de una granada en la puerta de un hotel en la misma zona, hayan sido detenidos en un yate con armas y droga, y los hayan puesto en libertad. No es el primer caso en que el Ministerio Público actúa como el doctor Jekyll y el señor Hyde.
Por un lado, a los peligrosos delincuentes detenidos en flagrancia los libera y en otros casos menos peligrosos dictan prisiones preventivas. Hace años alcaldes, Policía, Ministerio Público y Poder Judicial inauguraron ‘módulos de flagrancia’, para que los detenidos in fraganti sean procesados inmediatamente al ser capturados. Con esto se evitan los cruces entre el fiscal y la Policía, pues si estos últimos se demoran unos segundos en elaborar el atestado, dejan en libertad a peligrosos criminales.
Como sucedió con la fiscal que soltó a los cómplices de ‘Maldito Cris’ y estos huyeron del país. Pero gracias a un decreto legislativo de diciembre de 2023, ahora la Policía podrá realizar las diligencias de investigación urgentes o inaplazables que luego formarán parte de las diligencias preliminares de acuerdo al marco legal. Esto sin menoscabo del trabajo de la Fiscalía.
Urge que la Policía y el Ministerio Público, ante la situación de emergencia y la ola de inseguridad ciudadana, trabajen en conjunto, las 24 horas. Ojo que aquí juega también el dinero sucio de la criminalidad que ‘aceita’ a malos fiscales y jueces, y el amedrentamiento de las mafias. Apago el televisor.
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