Este Búho recuerda los cien años del nacimiento del extraordinario actor Marlon Brando (Nebraska 1924-Los Ángeles 2004). El jovencito que deslumbró al público y a la crítica en el papel del siniestro Stanley Kowalski en el clásico drama ‘Un tranvía llamado deseo’, de Tennessee Williams, dirigido por otro gigante, Elia Kazan.
El Oscar le llegó con su interpretación del exboxeador Terry Malloy en ‘Nido de ratas’ (1954). Curiosamente, desde sus primeros años en el cine, Brando manifestó una falta de interés total por las convenciones de la industria cinematográfica, actuando según su propio criterio.
Pero como persona vivió una tragedia personal que le destrozó la vida. Fue con sus hijos Christian y Tarita Cheyenne. El joven era hijo de su relación con la actriz Anna Kashfi. Christian Brando se encontró, desde niño, en el medio de la bronca por su custodia entre sus padres, lo que le ocasionaría un terrible daño en su vida adulta.
En primera instancia, Kashfi recibió su custodia, pero el panorama cambiaría cinco años después cuando un juez no la consideró apta para criar al niño debido a su ‘temperamento incontrolable’ y a su adicción al alcohol y las drogas.
Así, Christian experimentaba el primer drástico cambio de su vida cuando, de un momento a otro, pasó a vivir con su padre, quien se ausentaba frecuentemente del hogar. De acuerdo a testimonios recogidos por diversos periódicos, Christian fue criado por niñeras en la mansión que tenía Brando en Ojai, California.
En 1971, mientras el actor filmaba ‘El último tango en París’, Kashfi entró en desesperación y fue a buscar a su hijo, a pesar de que legalmente tenía una prohibición para estar en contacto con él.
La mujer, para no despertar sospechas, lo escondió en una comunidad hippie, donde ofreció a los drogadictos 10 mil dólares para que lo cuiden. Como la mujer no cumplía con pagarles, pasaron de cuidadores a secuestradores.
Marlon Brando contrató con celeridad a un detective privado, que lo encontró en Baja California, severamente enfermo. “Anna era una de las personas más crueles que conocí en toda mi vida”, declaró Brando. Al ser internado se le diagnosticó una bronquitis severa.
Su mamá, en tanto, fue detenida en la frontera entre México y los Estados Unidos. Tras el divorcio de Kashfi, Brando se casó primero con la actriz mexicana Movita Castañeda y luego con Tarita Teriipaia, en 1962. De esa relación nacieron dos hijos, Simon y Tarita Cheyenne.
Christian Brando, quien empezó a desarrollar un comportamiento autodestructivo tras el trauma de su secuestro, se volvió inseparable de Cheyenne, con quien tenía un vínculo aparentemente indestructible. Christian, descrito como ‘inestable’ por su padre, pasaba gran parte de sus días en soledad y comenzó a canalizar los angustiantes episodios vividos a tan temprana edad consumiendo drogas de toda clase, sobre todo LSD y alcohol.
Un día, Cheyenne le confió a Christian lo que estaba viviendo. En 1987 había empezado un noviazgo con Dag Drollet, el hijo de un gran amigo de Marlon. Dos años después, la joven anunció que estaba esperando su primer hijo y Brando le ofreció su residencia de Mulholland Dr. en Los Ángeles, para transitar el embarazo.
Sin embargo, el día que le pidió a su hermano discreción, todo cambió. Cheyenne le confió a Christian que Dag la agredía físicamente y temía por su vida. La preocupación de su hermano lo condujo a confrontar a Drollet, una decisión que terminó en una tragedia.
Christian Brando asesinó a su cuñado de un disparo despues de haber salido borracho de una cena. Llegó el juicio en el que se declaró culpable de homicidio y fue condenado a 10 años de prisión, de los cuales cumplió cinco.
En ese momento, los medios asediaban a la familia y en las tapas de revistas se podían leer titulares del estilo ‘Muerte en la casa de Brando’, además de que hubo trascendidos que vinculaban al actor de ‘El padrino’ con el hecho, al punto de nombrarlo como figura cómplice.
Durante el juicio, la salud mental de Cheyenne empeoró y no pudo salir de testigo. La joven ingresó a diversas clínicas psiquiátricas, perdió la custodia de su hijo y fue diagnosticada con esquizofrenia. El asesinato de su pareja a manos de su hermano cambió por completo su vida e incluso llegó a decir que creía que su padre había sido instigador.
En 1995, en la casa de su madre en Tahití, Cheyenne se quitó la vida a los 25 años, un año antes de que Christian fuera liberado. “Fallé como padre”, fueron las palabras de Marlon para hablar de Christian encarcelado, quien murió, a los 49 años, el 26 de enero de 2008 por complicaciones derivadas de una neumonía.
“A su manera, torpe, estúpida y egoísta, Marlon quería lo mejor para sus once hijos”, aseguró uno de sus biógrafos, Peter Manso. Brando pasó sus últimos años al borde de la indigencia viviendo de su seguro social, se transformó en un ermitaño y vendió sus propiedades en Tahití para poder sobrevivir. Falleció el 1 de julio del 2004 de una fibrosis pulmonar. Solo, todo lo contrario de su personaje en ‘El Padrino’. Apago el televisor.
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