Este Búho se pasó el último domingo siguiendo por televisión las elecciones primarias en Argentina. En esta oportunidad, las redes reflejaron lo que las encuestadoras y sus ‘clientes’ no querían creer: que el candidato ‘outsider’, el que prometió ‘dinamitar’ el Banco Central de Reserva, ‘porque al desaparecerlo e instaurar el dólar en la economía ya no habrá inflación ni devaluación monetaria’, iba a ganar con el 30 % de los votos y es el favorito a sentarse en el sillón presidencial de la Casa Rosada.
Su propia apariencia no es la de un economista ni de un candidato a presidente. Más parece un intelectual ‘moderno’, pelucón, de alguna prestigiosa universidad de élite o si se viste con jeanes y casaca negra parecería un rocker maldito, parecido al español Enrique Bunbury. Pero Javier Milei es un economista liberal a ultranza, que desde hace una década es una figura que viene demoliendo con críticas las políticas de los dos grandes movimientos que han gobernado Argentina desde que volvió la democracia en 1983.
Después de cuarenta años, su país está podrido económica y moralmente. Con 130 % de inflación anual, un peso que vale menos que papel higiénico y una población desesperada para comprar dólares escasos para salvarse de la diaria alza de precios, de la otrora ‘Suiza de Sudamérica’ ya no queda nada.
Con decirles que cuando miraba los programas políticos argentinos, los comerciales que más se veían eran de las grandes casas de compra de alhajas y joyas de brillantes, diamantes y oro antiguas. Cuando hasta los sectores más pudientes están vendiendo sus tesoros familiares, ya podemos imaginar cómo la están pasando los pobres.
El candidato ‘sorpresa’, el también llamado ‘cisne negro’, culpa de estos males a todos los partidos que competían con él, porque ya estuvieron en el gobierno y son unas ‘castas’ que llegaron a saquear al Estado, a utilizar la ‘maquinita’ para imprimir sus pesos para cubrir su déficit originado por la corrupción y crear la nefasta devaluación monetaria.
Hábilmente llevó todo el debate a su terreno, el de la economía. Desarmó a sus adversarios en los debates y con la promesa que al ganar en dólares los argentinos van a estar protegidos. Ese fue como un canto de sirena para electores hartos de votar siempre por lo mismo, pero sobre todo para los jovencísimos electores de 16 años que por primera vez votaban, un bolsón ‘virgen’, quienes solo han escuchado en sus hogares pestes de los últimos presidentes.
El voto de los jóvenes
Los jóvenes han votado en su mayoría por el economista que llevó el debate no al plano ideológico, sino al del estómago, cómo salir de la crisis según sus polémicas propuestas. Con anuncios brutales: o se venden o desaparecen empresas públicas, hasta la televisión estatal. Dejar empresas como Aerolíneas Argentinas a los trabajadores: ‘que ellos vean cuánta gente botan y cómo se enfrentan a las mafias que la desfalcan.
Si el negocio es suyo, podrán reflotarla’. Estar contra el aborto, la no obligatoriedad de la educación pública, son algunas de ellas. Pero eso no melló su crecimiento. Su rollo principal de atacar a los que llama ‘los mismos de siempre’, quienes gobernaron los últimos cuarenta años dejando el país en ruinas, dio excelentes resultados porque eso es lo que siente la gente en estas horas desesperadas.
Cómo estará de polarizado el país que la guapa cantante y actriz radicada en España, Lali Espósito, tuiteó para ‘maletear’ el triunfo de Milei: “Qué pena que se vote por alguien ‘antiderechos’. Qué peligroso, qué triste”. A lo que un ídolo rockero como Andrés Calamaro le respondió: ‘Entiendo que, siendo mujer, adhiera a los colectivos y los reclamos, en su gran mayoría justos y necesarios. Pero, querida Lali, en nuestro país no existe el derecho de ahorrar, optar a una vivienda, educación ni proyectos. Los eslóganes no nos sirven para nada”.
Y para cerrar con broche de oro, este columnista quiere recordar el pare que le hizo Javier Milei al entonces miembro del plan de gobierno de Verónika Mendoza y futuro ministro de Economía de Pedro Castillo, Pedro Francke. El economista rioplatense criticó el plan de gobierno de Verónika Mendoza, excandidata presidencial de Juntos por el Perú. Ante ello, Francke le respondió: “Ayer decenas de prestigiosos profesores de economía a nivel mundial apoyan a Verónika Mendoza. Ahora un youtuber extranjero, de esos que son pura ideología y repetición de frases hechas, la ataca. Juzguen ustedes”.
Por tal motivo, el liberal argentino calificó a Francke de ‘zurdo subnormal’ y lo instó a rebatir sus argumentos: “¿Acaso tenés miedo que un simple youtuber te haga quedar como un pobre pelotudo?”. Miren cómo terminó el ladrón Castillo y dónde se encuentra Milei. Apago el televisor.
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