Este Búho considera que uno de los grandes atractivos de las plataformas streaming como Netflix es que te presentan series producidas en los más diversos países del mundo. Como la islandesa ‘Atrapados’ (‘Trapped’, 2015-2022). Son pocas las series que, tras solamente una primera temporada, se transforman en verdaderos clásicos.
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En 2017 se convirtió en el thriller islandés más visto a nivel internacional. Una intriga semanal seguida por nada menos que el 86 % de los espectadores de ese país. Además, se tradujo en un fenómeno mundial con más de 1.2 millones de espectadores en BBC Four en Reino Unido y más de 5.7 millones para los dos primeros episodios en Francia.
En su primera trepidante temporada, un ferry con trescientos pasajeros procedente de Dinamarca atraca en el puerto de un pequeño pueblo islandés, cuando se produce una apocalíptica tormenta de nieve. El barco no puede abandonar la bahía hasta que pase la tormenta y las principales carreteras están atoradas. Un cuerpo mutilado y sin identificar aparece en el agua, asesinado.
El jefe de la policía local, el gordito Andri Ólafsson (notable Ólafur Darri Ólaffson), cuya vida privada se está destruyendo por el abandono de su esposa, sabe que el homicida ha desembarcado en el pueblo. Mientras los rumores se propagan, la tranquilidad se convierte en histeria y tanto los pasajeros del ferry como los habitantes de la comarca entienden que todos son posibles sospechosos y que hay un asesino camuflado entre ellos.
El creador de la serie es Baltasar Kormákur, responsable de películas como ‘2 Guns’ o ‘Everest’, quien logra sintetizar el sentir de un país en cambio, donde conviven viejas mitologías vikingas con crímenes cotidianos.
Toda esa intriga helada estuvo presente en la posterior segunda temporada, donde un hombre toma como rehén a la ministra de Industria y Economía del país, convirtiendo su acto en un escenario que logra concitar la atención de toda la nación. Pero por mucho que la policía intente controlar la situación y mantener alejadas las miradas, no hay forma de atrapar el aire de terror que se avecina.
El secuestrador termina por inmolarse prendiéndose fuego junto a su rehén en las mismas puertas del Parlamento. Nuevamente el inspector jefe de la policía de Reikiavik, Andri Ólafsson —todavía golpeado por su divorcio—, recibe el encargo de investigar el hecho que tiene conmocionada a la nación. Pero sus pesquisas le llevarán muy lejos de la capital, hasta el entorno rural de una Islandia montañosa sin tanta nieve pero más opresiva.
Andri lucha contra sus demonios mientras observa cómo crece el descontento entre los habitantes locales debido a los planes de expansión de una central geotérmica en la zona. Los granjeros están en guerra con las medidas que toman desde el gobierno y se sienten olvidados y traicionados. Y entre ellos empieza a calar el discurso de un grupo de extrema derecha conocido como El Martillo de Thor.
Muy pronto, la sangre llegará al río: uno de los capataces de la planta aparecerá brutalmente asesinado. Este año llegó la tercera temporada, titulada ‘Atrapados de nuevo’.
El caso central enfrenta a una secta entre religiosa y hippy con un grupo de motociclistas mismos ‘Ángeles del Infierno’ por unos terrenos y, como siempre, habrá un crimen. Un joven de la secta es brutalmente asesinado a martillazos. El detective Andri Ólafsson ha sido degradado, pero este hecho sangriento lo llevará a ese pequeño pueblito al norte de Islandia, escenario del conflicto donde afloran infidelidades, traiciones y donde los motociclistas tienen tentáculos con el sucio narcotráfico. ‘Atrapados’, una serie heladamente atrapante. Apago el televisor.
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