Erick Moreno Hernández (de 32 años), alias ‘Monstruo".
Erick Moreno Hernández (de 32 años), alias ‘Monstruo".

Este Búho tiene más de treinta años en el periodismo y no toda la vida fue un privilegiado columnista. Como la inmortal frase de Sir Winston Churchill hubo ‘sangre, sudor y lágrimas’ en ese periodo brutal de nuestra historia en los años ochenta y noventa, pero los redactores también nos dábamos escapaditas de felicidad juvenil en medio de la penumbra. Hice política, investigación, espectáculos, culturales, crónicas viajeras, deportes, pero me marcó hacer policiales en las épocas más violentas del terrorismo y la delincuencia común.

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En 1986, el año que ingresé por primera vez a una redacción, los hijo de un próspero maderero pucallpino, que era campeón de motocross: Herbert Scavino. Los delincuentes demostraron una crueldad sin límites y tomaron fotografías del momento en que le cercenaban la oreja al muchacho, que mandaron a la familia dentro de una caja de torta.

Fueron 75 días de terror para los parientes y el país, hasta que fue liberado previo pago de un millonario rescate. Las dos décadas del fin de siglo fueron marcadas por los secuestros. Los del MRTA y las bandas delincuenciales del ‘cojo Mame’ o los temibles Sánchez Bedón.

Niña de 12 años secuestra en Comas se reunió con sus padres
La adolescente de 12 años, que fue secuestrada en Comas, fue liberada durante la madrugada. La menor ya se encuentra con sus padres (PNP)

Por esta razón, las penas carcelarias a los plagiarios aumentaron drásticamente y con ello disminuyeron. Esa modalidad de delito es la más cruel de todas, pues no solo afecta a la víctima -que sufre encierros infames, torturas físicas y psicológicas-, sino que involucra directamente a los familiares, a quienes se les va un poco de su vida en las horas en que su pariente permanece cautivo.

Se consumen física, psicológicamente y sufren crisis financieras, porque las lacras ponen tiempos límite y piden sumas que sobrepasan muchas veces los fondos familiares. Es una cadena de dolor, donde los eslabones son también los amigos, los compañeros de trabajo o estudios que viven su dolor particular.

Industria de los secuestros

Hago estas reflexiones porque en el país se habían acabado los secuestros. Lamentablemente, la llegada de las miserables hordas de bandas criminales provenientes de la tierra del impresentable Nicolás Maduro, como sus socios dely sus siniestras ramificaciones, junto con bandas nacionales que no quieren dejarles libre ‘el mercado’, han vuelto a reactivar la tristemente célebre ‘industria de los secuestros’.

Su ‘modus operandi’ ya es conocido por la Policía. Son bandas que hacen ‘reglajes’ de emprendedores, empresarios exitosos de bajo perfil en sus zonas de influencia como Los Olivos, urbanizaciones de Comas o Carabayllo. donde tienen sus negocios. Allí están el secuestro de Lucero, hija de la dueña de un frigorífico en Comas, el infortunado prestamista en Trujillo que se lo llevaron ‘al peso’ vestidos de policías, o el del odontólogo al que ‘centró’ su sensual secretaria ‘chama’, que era parte de la banda, al que cruelmente torturaron y asesinaron.

La Policía no puede celebrar si los malditos que secuestraron a una niña siguen libres

Pero los desgraciados secuestradores cruzaron la línea al ¿En dónde estamos? Antes hasta el hampa tenía códigos y no involucraba a niños en ninguna de sus fechorías o venganzas. ¿Qué clase de monstruos reinan ahora en los bajos fondos? Pero voy a ser sincero. Este columnista tiene el más profundo reconocimiento y admiración por los ‘tigres’ de las divisiones de Homicidios y Antisecuestros de la Policía Nacional. Y veo con preocupación que se dedicaron a festejar la liberación de la niña Valeria dando hurras, pero que yo sepa, a la adolescente no la liberaron los policías, sino los secuestradores y posiblemente después de recibir un rescate.

Porque el mismo general Flores dijo que no sabían si los padres habían pagado a los plagiarios. El tal ‘Monstruo’, al que identificaron como el jefe de la banda, sigue libre, dispuesto a continuar plagiando a peruanos inocentes. No se capturó a sus secuestradores. Al prestamista de Trujillo tampoco lo rescataron, lo liberaron a los once días tras cercenarle cruelmente tres dedos de las manos. Presuntamente la banda ‘Los Pulpos’ habría cobrado un rescate para dejarlo libre. Tampoco esos miserables están tras las rejas. Eso resulta preocupante. La Policía Antisecuestros no puede celebrar si los malditos que secuestraron a una niña siguen libres, al acecho, planeando un nuevo golpe. Y como un clásico de Miki González, el próximo secuestrado ‘puedes ser tú’. Apago el televisor.

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