Pedro Castillo, ¿qué estás haciendo? Este Búho ve el panorama político del Perú más movido que nunca. Hay acciones gobiernistas que nos deben preocupar a todos sin excepción.
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Por eso, agarro mi ‘Espada del augurio’ de ‘Los Thundercats’, para que me permita ver ‘más allá de lo evidente’ y así dar estos ‘Pastillazos’ que mis lectores tanto reclaman.
El profesor lleva menos de dos semanas como gobernante y la cantidad de sus errores y contradicciones en ese breve tiempo son alarmantes. A las pruebas me remito.
Dice ‘no somos chavistas’, pero los pasos que da demuestran lo contrario, léase el anuncio de ‘rondas urbanas’ -que los expertos señalan que actuarían como su ejército privado-, ataques a la prensa crítica, no transparentar sus actividades, la salida de Perú del Grupo de Lima que condenaba a la dictadura en Venezuela o la elección de ministros radicales, entre otros.
Afirma ‘castigaré a la corrupción’, pero tiene al lado a un condenado por ese delito como Vladimir Cerrón, quien además le arma el gabinete y decide los nombramientos en otros puestos claves. También están los que se empeñan en afirmar que Castillo es ‘el buenito’ y Cerrón ‘el malo’.
Nada más alejado de la verdad, pues ambos comparten el mismo pensamiento comunista. Si no, ¿por qué no deslinda de Cerrón y lo aleja del gobierno?
El país está alarmado ante la calidad de las personas que han empezado a ocupar altos puestos de gobierno. Como señala el general Roberto Chiabra en entrevista con Trome, están poniendo gente ‘de quinto nivel’ y la elección como premier de Guido Bellido, un tipo que está acusado de apología al terrorismo ‘es una afrenta a las Fuerzas Armadas, una afrenta al país’.
Encima, ya hay denuncias de que estarían capacitando a los ronderos. Argumentan que buscan enfrentar a los delincuentes, para lo que necesitan armas de fuego.
Ahora está el escándalo de la renuncia de dos viceministros del Ministerio del Interior ante la imposición de Grover Mamani Condori, un profesor que, según el exministro Carlos Basombrío, es un ultra radical del Sutep Conare y hombre de confianza de Castillo, al que buscan poner como director de Gobierno Interior, pese a que no reúne los requisitos para ese cargo clave, que nombra a los mil 800 prefectos y subprefectos a nivel nacional.
Además, el mismo Basombrío denuncia que la intención es desmantelar la Diviac de la PNP para que no siga investigando a ‘Los Dinámicos del Centro’, que involucra a Cerrón.
En el resistido Gabinete Bellido, algunos señalan al economista Pedro Francke como el hombre llamado a calmar las movidas aguas que permitan la estabilización del dólar que sigue subiendo.
Ha señalado que cree que la línea política del gobierno es de la concertación. También ha sostenido que se reunirá con los gremios empresariales para intentar calmar las dudas sobre el gobierno, y que tiene el objetivo de generar empleo.
Mucho me temo que sus intenciones solo podrían quedar en eso, pues lamentablemente hablamos de un solo ministro, cuando el gobierno en bloque apunta en la dirección contraria. Como cantaba el ‘Puma’ José Luis Rodríguez, ‘porque una golondrina no hace el verano’.
Todos los peruanos ya estamos padeciendo las consecuencias del alza de la moneda gringa debido a la inestabilidad política. Continúan elevándose los precios de los alimentos, de las medicinas, del gas, de los productos importados.
La gente que paga su hipoteca con el billete verde, igual que los que adquirieron un carro para trabajar, están teniendo serios problemas para cumplir con sus deudas. A este paso, será inevitable que muchos se conviertan en morosos.
Esta crisis es responsabilidad del gobierno, que no solo se muestra incapaz de darle solución, sino que, peor aún, la está profundizando única y exclusivamente porque le da la gana. Si quiere estabilizar la economía, lo primero que debe hacer es deshacerse de ese ‘gabinete bomba’ y elegir ministros capaces y serios que den confianza, sin importar la tienda política de la que provengan. También alejar a Vladimir Cerrón.
El presidente Pedro Castillo debe dejar de esconderse y salir a dar tranquilidad con un plan de trabajo serio hecho por profesionales calificados y cumplirlo, que incluya el respeto irrestricto a la labor de la prensa, que con sus denuncias constituye el mejor control a su gobierno. ¿Así es la democracia o vamos camino a ser una nueva Venezuela?
Apago el televisor.
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