Este Búho coincidía con los analistas internacionales que sostenían que Yevgeny Prigozhin, el dueño del ‘Grupo Wagner’, la corporación multinacional de guerra mercenaria que fue contratada por Putin para invadir Ucrania junto a su ejército, firmó su sentencia de muerte cuando en junio decidió abandonar el territorio ucraniano y enfiló sus tropas para invadir Moscú. Su muerte en un extraño accidente de aviación donde fallecieron los diez ocupantes de una aeronave privada, parece confirmar esas conjeturas. Muchos se sorprendían que Prigozhin siguiera vivito y coleando después de humillar a Putin al enviar sus tanques y ejército de asesinos a tomar la capital rusa, y se quedó a solo 300 kilómetros de la Plaza Roja, obligando al presidente a mandar a llenar el tanque de gasolina del avión presidencial y dormir con terno y maleta para huir en el momento oportuno.
A pesar de que casi inmediatamente el llamado ‘chef de Putin’ -porque firmó millonarios contratos alimenticios con el presidente que era un viejo amigo suyo- desistió de su operación y ordenó a sus huestes incorporarse al ejército regular ruso con la promesa de Putin de no tomar represalias, nadie pensaba que el jefe de Estado podía olvidar la afrenta. Pero pasaron dos meses y el empresario de Wagner se creyó a salvo y comenzó a salir de su ‘búnker’ con confianza. Samuel Ramani, experto del instituto británico RUSI, considera que la muerte del mercenario se debió a un atentado ordenado por el mandatario y recuerda otros casos. ‘Alexander Litvinenko y Anna Politkovskaya criticaron la guerra en Chechenia a principios de los años 2000 y fueron asesinados en 2006′. ‘Putin acostumbra vengarse de manera tardía. La muerte de Prigozhin se produjo mucho antes que lo habitual’, añadió.
El corresponsal de la BBC en Moscú, Will Vernon, reporteó: ‘Después de que se suspendió la rebelión Wagner, muchos pensaron que los días de Prigozhin estaban contados. Después de todo, el amotinamiento fue una humillación significativa para el Kremlin, y el presidente Putin no es el tipo de hombre que perdona y olvida’. ¿Qué dijo el presidente sobre la muerte de Prigozhin? Primero tardó en manifestarse. Después dijo unas sorprendentes palabras: ‘Era una persona con un destino complicado y cometió graves errores en la vida’. A buen entendedor pocas palabras. La atención ahora se está centrando en lo que sucedió a bordo del vuelo. Según los medios en Rusia, los investigadores están considerando varias causas posibles, incluyendo ‘acciones externas’, incluso una posible bomba o el impacto de un misil.
A nadie le sorprendió la muerte de Yevgeny Prigozhin
Para occidente y en la propia Rusia, la desaparición de Prigozhin no se considera sorpresiva, pues durante el gobierno del antiguo espía de la KGB al menos una veintena de opositores, críticos o ‘traidores’ han muerto en extrañas circunstancias, tanto en el país como en el exterior. Uno de los primeros en perder la vida fue el diputado Vladímir Golovliov, quien fue baleado cuando paseaba a su perro. El legislador, que en un principio apoyó al mandatario en su ascenso al poder a principios de siglo, rompió al poco tiempo y comenzó a criticarlo. Antes de su muerte, desde el oficialismo acusaron a Golovliov de haberse enriquecido ilícitamente durante las privatizaciones realizadas tras el colapso de la Unión Soviética. Menos de un año después, Serguéi Yushenkov, otro diputado liberal, fue tiroteado en las calles de la capital. Yushenkov presidió el comité parlamentario que investigó los atentados contra unos edificios de apartamentos ocurridos en 1999 y de los que el gobierno culpó a terroristas chechenos. Un argumento que le sirvió para lanzar la segunda guerra contra la separatista república caucásica. El legislador sospechaba que el atentado fue ordenado por Putin y ejecutado por los servicios secretos.
Si el presidente ruso tuviera algo que ver con la muerte no solo del mandamás del grupo Wagner, sino de toda su cúpula que estaba en ese avión privado, como sostienen en occidente, el siniestro jerarca ruso echaría por tierra eso de que ‘la venganza se come mejor en plato frío’. Para Putin, así esté hirviendo el plato, lo devoraría para consumar sus sucias venganzas. Apago el televisor.