Este Búho se sorprende con la capacidad que tiene nuestro premio Nobel Mario Vargas Llosa (Arequipa 1936) para conmocionar al mundo literario. En febrero de este año, el arequipeño junto a su editor informaron sobre la inminente salida de un nuevo libro. “He terminado una novela sobre la música peruana, sobre el vals peruano”, sostuvo. Ahora sabemos que esa obra se titula ‘Le dedico mi silencio’ (2023). Pero ese libro contiene una ‘bomba’.
En una nota anuncia que será la última novela que publique el creador de ‘Los cachorros’. Ni una más. Y después solo presentará ‘un ensayo sobre mi maestro de juventud, Jean Paul Sartre’. El filósofo existencialista francés cuyos libros estaban en la cabecera de su cama cuando estudiaba en San Marcos y soñaba con viajar a París. Mario, con esta revelación, demuestra que es un escritor cerebral. Que hasta pone fecha de caducidad a su oficio de escritor de novelas y ensayos, pero no creo que deje de publicar su columna ‘Piedra de Toque’ sobre los acontecimientos que encienden la pradera en el Perú y en el mundo.
El autor de ‘La guerra del fin del mundo’ no quiere que le pase lo que a muchos escritores, como Gabriel García Márquez, ante la avanzada edad y el padecimiento de males incurables, algunos terribles para un creador como la ‘demencia senil’, que lo aquejaron en los últimos años de su vida y motivaron que sus últimos días los viviera enclaustrado hasta su muerte en 2014. La última obra del colombiano, ‘Memorias de mis putas tristes’, se publicó en 2004. Ahora la familia y su editorial anuncian una novela inédita a publicarse el próximo año, que hasta tiene título: ‘En agosto nos vemos’. Nadie sabe si será una novela en verdad inédita concebida por ‘Gabo’ o retazos de sus escritos de décadas pasadas. Vargas Llosa no se expone a una muerte súbita, pues se llevó un buen susto este año cuando volvió a contagiarse del coronavirus y prefiere poner punto final a su creación para no estar en su pijama de madera en un camposanto y aparezcan más novelas con su nombre sin su supervisión de perfeccionista. Al anunciar que esta será su última novela se asegura el derecho de decidir el final de su extraordinario gran ciclo de veinte novelas.
Han pasado cuatro años desde que publicó su penúltimo trabajo, ‘Cinco esquinas’, que, como su nombre lo indica, tiene que ver con el longevo y ‘picante’ barrio de Barrios Altos, antaño cuna de la canción criolla y cuna también del inmenso Felipe Pinglo Alva, autor del vals ‘El plebeyo’. Allí recreó la terrible situación del país jaqueado por la corrupción del gobierno de Alberto Fujimori, el terrorismo sanguinario de Sendero Luminoso y la irrupción de una prensa amarillista que servía de chaveta al régimen. Algunos de los personajes hacían vida bohemia en antros criollos de Barrios Altos, a los que nuestro novelista exploró con fascinación. Mucho de ese material de trabajo fue repotenciado para recrear el argumento de la nueva novela. Una utopía de esas que siempre fascinó al arequipeño. Nuestro novelista terminó de escribir el borrador de esta novela en Madrid en abril de 2022, comenzó a corregirla en mayo y desde entonces hasta final de ese año estuvo haciendo pequeños cambios. Luego vino al país y recorrió el Perú con Patricia, su hija Morgana y dio por finalizada la novela. Incluso le cambió el nombre, pues inicialmente la iba a llamar ‘¿Un champancito hermanito?’.
En España especulan que se trata de una indirecta a su exnovia, la socialité Isabel Preysler, con quien mantuvo tuvo una relación de varios años y terminó en una tremenda bronca y recriminaciones mediáticas. ‘Le dedico mi silencio’ mantiene como protagonista ese vals, nacido en los callejones de Lima, que integró al Perú. “Aquí cuento esa historia, y con ella agradezco un secreto amor que me ha acompañado toda la vida: el que siento por la música criolla y, en especial, por el vals de mi país”, sostiene el novelista que le dedica esta obra a su prima, exesposa y madre de sus tres hijos, Patricia Llosa. Mario confesó sobre los orígenes de su afición por la música criolla: “En mis únicos meses en la bohemia, cuando tenía quince años y practicaba en La Crónica, íbamos con los periodistas de policiales a Barrios Altos, a las peñas criollas alrededor de ‘Cinco Esquinas’”. Definitivamente este libro será considerado una ‘joyita’ en cualquier biblioteca: ‘Allí está la última novela de nuestro premio Nobel’. Habrá que leerla escuchando a la gran Cecilia Barraza que, según el novelista y su esposa Patricia, ‘era la musa criolla cuya voz los acompañaba en sus largos viajes por el mundo’. Apago el televisor.
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