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La fuga de senderistas

El Búho habla del prontuario de las terroristas Martha Huatay y Maritza Garrido Lecca.

Este Búho no cree que sea casualidad de que dos terroristas de como la diabólica Martha Huatay y la ‘bailarina’ de Abimael Guzman, Maritza Garrido Lecca, se hayan ‘instalado’ en Argentina pese a que están requeridas por la justicia peruana. En los años ochenta la Huatay tenía como ‘fachada’ su estudio de abogada, pero era miembro del comité central de Sendero Luminoso, por lo que fue sentenciada a 25 años de prisión. Pese a ello, tenía un proceso pendiente por planear con ‘coche bomba’ el salvaje atentado de la calle Tarata, Miraflores, en 1992, donde murieron 25 personas y resultaron heridos más de un centenar de vecinos.

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La Fiscalía pide para ella cadena perpetua. La bailarina Garrido Lecca cumplió 25 años de cárcel, pero no ha pagado los 400 mil soles que debe al Estado como reparación civil. La historia de ella está íntimamente ligada a la captura del líder de Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, ‘Camarada Gonzalo’, en setiembre de 1992. En ese año, los senderistas tenían en jaque al Estado peruano con sus ‘coches bomba’, derribamiento de torres y asesinatos selectivos. Los policías estaban frustrados. Los terroristas mataban agentes a traición a diario, con disparos en la cabeza, en los mercados y en las puertas de locales públicos.

Muchos policías querían cobrar venganza, pero hombres de Inteligencia como Benedicto Jiménez o Marco Miyashiro sostenían: ‘De nada vale responder sangre con sangre. Debemos capturar a la cabeza de la organización. Al llamado ‘Camarada Gonzalo’ y la cúpula dirigencial’. Cuando les dan el visto bueno, se crea el GEIN, al cual le asignan una pequeña oficinita y se comienza a recolectar policías idóneos para hacer un trabajo de investigación, cuya finalidad sería la captura de Abimael, a quien le comenzarían a llamar ‘Cachetón’. Los investigadores del GEIN le echaron el ojo al director de la academia, César Vallejo, que era un centro de captación de ‘cuadros’ senderistas y sobre todo era una fuente importante de ingresos económicos.

El individuo era un gordito de pelo lacio al que llamaban ‘Sotil’. Se movía muy bien. Ya había purgado cárcel por terrorismo, pero sospechaban de que sus vínculos con la cúpula senderista seguían intactos. Fue justamente fruto de estos seguimientos que pudieron llegar a personajes que, sin tener antecedentes, servían al comité central. Uno de ellos era un tipo de unos treinta años, blancón, de bigote, al que ‘Sotil’ le entregaba sobres quincenales de dinero. Al hacer el seguimiento, comprobaron que el bigotón vivía en un chalet de tres pisos en la urbanización La Calera de Surquillo, junto con su pareja, una guapa mujer de unos veintitantos años, que era bailarina de ballet clásico porque dirigía una academia de baile para niñas en el primer piso.

Los jóvenes no tenían hijos

Lo que más les llamó la atención a los policías, que se hacían pasar por parejas de enamorados, basureros, ambulantes, que vivían solos, pero compraban quince panes diarios mañana y tarde, y comida como para cinco personas, cigarros Winston, whiskies en cantidades, y sobre todo al registrar la basura, muchas medicinas, la mayoría para la enfermedad que sufría Abimael Guzmán, psoriasis. El 12 de setiembre de 1992 allanaron la casa. Efectivamente, capturaron a Abimel Guzmán, el hombre más buscado del Perú, junto a su conviviente Elena Yparraguirre.

La bella joven era la bailarina de danza clásica Maritza Garrido Lecca (27), estudiante de Educación de la Católica, que había participado en el cortometraje ‘Estigma’ (1986). Su pareja era Carlos Incháustegui, egresado de Arquitectura, de la celula senderista de la Universidad Ricardo Palma. Dicen que lo de Incháustegui era pantalla, que Garrido Lecca en realidad prodigaba sus caricias al ‘Camarada Gonzalo’. Maritza nunca se arrepintió y reivindicó los crímenes de Sendero Luminoso. Fue condenada a cadena perpetua y estaba sepultada en el penal de Yanamayo. En el 2005 se revisó su sentencia y se le condenó a 25 años que cumplió en el penal de Chorrillos. Hoy está en Argentina con la diabólica Martha Huatay. Juntas son dinamita. Apago el televisor.

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