Este Búho se sorprende que, ahora que la serie de Netflix sobre la narcotraficante Teresa Mendoza,, ‘rompe’ en rating a nivel mundial, el gobierno de México haya capturado ayer a Ovidio Guzmán López, hijo del tristemente célebre Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera. El sanguinario jefe del cártel de Sinaloa cumple cadena perpetua en una prisión de Estados Unidos. Lo detuvieron en la mismísima Culiacán, pese a que el ‘capo’, desde hace años, estaba en la lista de ‘los más buscados’.

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Su arresto desató la violencia de sus esbirros, quienes bloquearon carreteras, se enfrentaron a las Fuerzas Especiales, incendiaron vehículos y hasta dispararon contra un avión de Aeroméxico en el aeropuerto. Querían repetir la vergonzosa historia del 2019, cuando Ovidio Guzmán, alias ‘El Ratón’, fue detenido en esta misma ciudad y se produjeron estos mismos actos de violencia extrema.

Esto motivó la cobarde decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador, al ordenar a las Fuerzas Especiales ¡que liberen al peligrosísimo narcotraficante!, dizque para ‘frenar la ola de violencia en la ciudad’. Esa actitud demostraba que el mandatario izquierdista tembló como una gelatina ante la difícil situación y evidenció que no estaba capacitado para liderar la lucha contra los malditos cárteles de la droga, que por décadas son responsables de decenas de miles de muertos y de la inmunda corrupción generalizada en todos los ámbitos de su país.

Los hijos del ‘El Chapo’ Guzmán siempre fueron ‘su talón de Aquiles’

En el 2008, su engreído Edgar Guzmán López, de 22 años, fue brutalmente asesinado de 500 disparos y tiro de bazuca a la salida de un supermercado, donde llegó a comprar regalos por el ‘Día de la madre’. ‘El Moreno’, como lo llamaban, era un ‘narco junior’ que comandaba un grupo de sicarios en el cártel de Sinaloa y murió en su ley, a manos de gatilleros del cártel de los Beltrán Leyva, por una venganza contra ‘El Chapo’.

A su velorio, Guzmán Loera, en la clandestinidad, envió 50 mil rosas y dejó sin flores a las madres de Culiacán en su día. En el 2016, otro de sus hijos, Jesús Alfredo Guzmán Salazar, ‘Alfredillo’, fue secuestrado cuando su progenitor se encontraba recluido en una prisión de máxima seguridad en Ciudad Juárez y desde allí manejaba su organización.

Sin embargo, su poder comenzó a ser cuestionado por grupos criminales que antes nunca hubieran osado hacerlo, como sus rivales del cártel de Jalisco Nueva Generación. Jesús Alfredo, desoyendo las advertencias, llegó en un convoy a celebrar el cumpleaños de su hermano mayor Iván Archibaldo, en el lujoso restaurante ‘La Leche’, de Puerto Vallarta, junto a un grupo de amigos y bellas jovencitas. Quienes reivindicaron el plagio fueron precisamente los del cártel de Jalisco Nueva Generación. Los especialistas coincidieron en que la banda liderada por ‘El Mencho’ lo secuestró para asestarle un duro golpe psicológico a Joaquín, justo cuando se especulaba, en esa época, que de todas maneras se iba a filmar una película sobre su vida producida por la actriz Kate del Castillo, ‘La reina del sur’.

En las rápidas negociaciones para la liberación de ‘Alfredillo’ intervino el tristemente célebre capo Rafael Caro Quintero, fundador junto a Miguel Ángel Félix Gallardo del primigenio cártel de Guadalajara, en la década de los setenta, ambos retratados en la notable serie de Netflix ‘Narcos México’, y personaje de la célebre novela ‘La frontera’, del norteamericano Don Winslow. Hasta autoridades del gobierno mexicano, temerosas de que se desatara una sangrienta guerra si mataban al secuestrado, también tomaron parte en las negociaciones.

Se dice que Caro amenazó al jefe de los secuestradores, ‘El Mencho’, diciéndole que si mataba al hijo de Guzmán el gobierno iba a quitarle la protección que gozaba su hijo en la cárcel, para que lo asesinaran los de Sinaloa. Solo así aceptó liberar a Alfredo Guzmán a los cinco días, previo pago de muchos millones de dólares. A ‘El Chapo’ le quedan cinco hijos varones a los que introdujo en su perverso y sucio mundo de las drogas y por los que tendrá que seguir pagando. Apago el televisor.

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