Este Búho futbolero no se sorprende que la hinchada no tenga mucha expectativa por el partido de esta noche con Venezuela. El gran culpable es el entrenador Juan Reynoso y ojalá, así gane la Blanquirroja, lo despidan por comportarse como si fuera un terrorista de Hamás que dinamitó lo bueno que le dejaron los dos procesos anteriores. Venezuela vive una situación como nunca antes. Se encuentra en zona de clasificación y la hinchada está feliz con la Vinotinto, aunque su país vive en la miseria más espantosa.
El dictador izquierdista Nicolás Maduro está haciendo lo mismo que hizo en el 2022, cuando enemistado con el gobierno del demócrata colombiano Iván Duque, les ofreció a sus jugadores el doble de un jugoso premio de miles de dólares si le ganaban a Colombia en el último partido de las clasificatorias para Qatar para eliminarlos. En estas nuevas clasificatorias, el bigotón nuevamente está ofreciendo miles de dólares de premio a su selección con la finalidad de drogar de triunfalismo a un pueblo que está en hambruna, al punto, se estima, que cerca de ocho millones de llaneros se vieron obligados a huir al extranjero desde la llegada de Maduro y el endurecimiento del chavismo y se han convertido en parias en muchos países porque no solo llegaron honrados trabajadores, sino miserables jaurías de delincuentes del ‘Tren de Aragua’, cuyas llaves de las cárceles se las había entregado la misma mafia chavista para que se convirtieran en sus esbirros y eliminar físicamente a opositores civiles y militares.
Cuando se desató el escándalo internacional porque desde la cárcel de ‘Tocoró’ el ‘Niño Guerrero’, el líder, dirigía las acciones delictivas de sus secuaces asesinos en Colombia, Ecuador, Perú y Chile, Nicolás hizo una pantomima de ‘intervención’ por militares y policías, pero ya los criminales, alertados por las propias autoridades, habían huido como las ratas. Así funciona un gobierno corrupto de ‘izquierda’ que hambrea al pueblo, el cual sobrevive con un salario mínimo de 5.25 dólares al mes (¡19 soles con 82 centavos!).
Ese régimen inhumano, como su similar cubano, que priva a sus ciudadanos de luz eléctrica por horas, al igual que el agua, la Internet, con escasez de comestibles básicos, es defendido por una patética obtusa izquierda peruana y latinoamericana, como del presidente ‘guerrillero’ colombiano Gustavo Petro, el convicto por corrupto Lula o el peronismo ratero de Cristina Kirchner, ahora felizmente expectorado de su botín estatal por el pueblo, que harto de ver cómo destruyó su economía y saqueó las arcas fiscales, votó por el derechista Javier Milei.
El Perú también vivió un año y medio de azote del gobierno de un inepto y ladrón como Pedro Castillo, al que apoyaron Verónika Mendoza y Anahí Durand, quienes angurrientamente agarraron ministerios sin importarles el huaico de denuncias fiscales a la mafia comandada por el profesor, su familia y sus compinches en los ministerios de Transportes y Vivienda y Construcción. El chotano hasta nombró a un antiguo senderista como ministro de Trabajo, Íber Maraví. El ahora golpista encarcelado potenció la organización de grupos violentistas que causaron las asonadas sangrientas después de su frustrado golpe.
Hoy uno de esos ‘dirigentes’ del Movadef, Lucio Ccallo, organiza una reunión para alistar otra ‘toma de Lima’ el 7 de diciembre, cuya agenda es totalmente politiquera y delirante: la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y la libertad del golpista Pedro Castillo al cumplirse un año de su encierro. Seguramente las ‘viudas de Castillo’ de la izquierda, que se quedaron sin ministerios y asesorías, estarán de furgón de cola de los que buscan incendiar la pradera y más muertos para que caiga Dina, como clamaba Sigrid Bazán. Increíble. Apago el televisor.
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