Dina Boluarte. (Foto: GEC)
Dina Boluarte. (Foto: GEC)

Este Búho ve el panorama político más movido que Kike Suero aplaudiendo los mates de las chicas del vóley en la Copa América y brindando con una botellita de pisco acholado puro. Por eso, agarro mi ‘Espada del augurio’ de ‘Los Thundercats’, para que me permita ver ‘más allá de lo evidente’ en esta que tanto piden mis lectores.

DINA BOLUARTE: Cada vez más desconectada de la realidad y del sentir de la ciudadanía que desprecia su gestión por incapaz. Ella misma firma el decreto para aumentarse el sueldo a más de 35 mil soles, lo que indigna más a la población. Sin tino y sin sentido de la oportunidad. Intentó hacer una pantomima de conferencia de prensa solo con las preguntas que ella desea que le hagan. Indiferente a la brutal ola criminal donde las extorsiones tienen en vilo al país. Sigue repitiendo que su gobierno es exitoso. Su futuro es incierto.

JUAN SANTIVÁÑEZ: Las mismas fuentes palaciegas lo señalan como el ‘hombre fuerte’ de Dina, el que le sopla al oído, incluso con más poder que el premier Eduardo Arana. El censurado ministro del Interior está alterado y apunta a la prensa que lo califica como un mal remedo de Montesinos.

Es evidente su intención de amedrentar a los periodistas con absurdas y abusivas denuncias por ‘reglaje’. Estaría promoviendo que el Congreso se lance con todo contra la Fiscalía y el Poder Judicial, pues teme que en cualquier momento se dicte una detención preliminar en su contra. Tiene tremendo ‘rabo de paja’ y se mueve entre las sombras.

PEDRO CASTILLO: Intenta seguir vendiéndose como el pobre profesor y campesino al que ‘las grandes fuerzas de la derecha’ sabotearon para no dejarlo gobernar. Es una narrativa que llena los oídos de gente desinformada que lo victimiza, pero la realidad es que es un piraña ladrón que apenas llegó al gobierno empezó a pedir cupos para otorgar ministerios, como confirmó Salatiel Marrufo.

Al verse acorralado no le quedó otra que intentar dar un burdo golpe de Estado. Ahora se está reciclando con un personaje como Roberto Sánchez, el presidente de Juntos por el Perú, agrupación política en crisis interna donde hay pugnas por el control de la dirigencia.

KEIKO FUJIMORI: La gran titiritera de este gobierno y a quien su ‘brillante equipo de asesores’ le susurra al oído que ella es la candidata natural del fujimorismo. Pero ella misma sabe que si no pudo con Castillo, no le va a ganar a nadie.

Una cuarta postulación a la presidencia polarizaría más al Perú en las próximas elecciones que serán caóticas por la tremenda cantidad de partidos inscritos. La gente la rechaza y más aún ahora que sostiene a este pésimo gobierno. Lanzó un podcast para tratar de conectar más con los electores, especialmente los más jóvenes.

MARTÍN VIZCARRA: El lagarto mueve la cola porque el Poder Judicial decidió no darle prisión preventiva, en el juicio donde se le acusa de haber recibido sobornos de constructoras cuando era gobernador de Moquegua. De manera extraña este proceso avanza a paso de tortuga. Expertos en Derecho creen que acabará preso. Pero él sigue en campaña presidencial pese a tener tres inhabilitaciones, dos de ellas de diez años, para ejercer cargos públicos.

Juega todas sus cartas a la medida cautelar que presentó ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que suspenda dichas inhabilitaciones. Apago el televisor.

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