Del saque somos carnecita... El ‘chato’ de la liga gringa ha sido el gran damnificado de la selección. El ‘Bambino’ y el nieto de ‘Superman’ le ganaron la pulseada. La neta es que con ese ‘tallarín’ y peso es complicadísimo destacar en las Eliminatorias. Los zagueros se comen un ‘huesito’ broaster, una alita a la parrilla de pajarito cuando lo marcan. Romario, Roberto Carlos, Messi y otros bravos compensaban su estatura con su masa muscular. Esos tienen dos kilos de bife en cada muslo y una roca en sus pantorrillas. Encima cuentan que un directivo del campeón de México se acercó al ‘Cabezón’ para recomendarle su contratación y el DT le bajó el pulgar con el tango de que necesita un refuerzo de nivel. Sí, señores...
Me pasan la voz que la ‘Sombra’ cada vez que le ponen a la ‘Muela’ en la banda derecha termina estresado y hasta con mareos. Es que tiene que tapar el huecazo que deja cuando se proyecta como carrito chocón. Incluso el lateral es tan cardiaco que pierde el balón y él mismo lo recupera. Una cosa de locos. Por eso cuando volvió el ‘Rayo’ a su puesto natural respiró un poquito porque tampoco es que el morocho sea un candado. Tiene sus debilidades: La ‘muñeca plástica’ de la popular frase: ‘Hasta que me deje coja’. Nooooooooooooo...
Yo vuelo con los técnicos argentinos que se han adueñado del Perú. Pero reniego con los que no son nada en su país y aquí la pegan de rankeados. Hay uno que le recogía los conos a Marcelo Bielsa y se vende que es de su escuela. Es el mismo fulero que ha vuelto a un club del sur. Hace poquito con su plantel se apareció al mediodía en Chorrillos y se quiso meter de guapo a la cancha, donde trabajaba un equipo de la Liga 2 que no son nada Santos porque lo sacaron arrancado. Sus jugadores se fueron al gimnasio, pero el muy ‘vivo’ se quedó parado alrededor del campo para mirar su reloj a cada rato y poner presión. Igualito tuvo que esperar su turno. Rexuxa...
Por siaca, el DT ‘Rehuellar’ renunció a un club de provincia porque sus pupilos se portaron mal. No honraron la profesión. Lo curioso es que un cuerpo técnico de puros parrilleros está hospedado en un ‘telo’ de Lince esperando la llamada ganadora de los directivos. El tío del billete cedió el club a sus hijos que se han dejado ganar el coco por un ‘buitre’. Qué feo... Me voy, soy fuga.
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