Del saque somos carnecita... Ayer bajé a visitar a mi viejita al Callao y en one los vagos de la esquina con coba me metieron mi chiquita. “Allí está tu ‘Cabezón’ trabajador. Esperas que la cag... para chancarlo”. Yo soy antiguo y me hago cargo de mis palabras. Corté de raíz la joda y parché con elegancia. Ratifico lo que escribo de Juan Reynoso. Es un buen entrenador, pero lo ocurrido en Santiago es indefendible.
El 0-0 de Asunción maquilla el ‘ratoneo’. El 1-0 en contra frente a Brasil no hizo tanta bulla porque era el pentacampeón y los neutralizamos a pesar de que nos clavaron en el minuto final. Pero lo del último jueves es la mecha que encendió el ambiente.
Prensa y pueblo le han apuntado a la mitra. Ni siquiera le han dado para lesionarlo. No tiene el crédito de otros. Y eso es por su carácter y forma de ser. Quizás sea técnico de clubes porque su fuerte es la chamba y en selecciones solo tiene un par de días a la gente. Sí, señores...
Lo que sí me queda claro es que no va a necesitar que lo boten. Él se dará cuenta si su mensaje no llega al grupo. O si los jugadores no comulgan con su idea y estilo. No se va a aferrar al cargo, ni utilizará su maquinaria mediática para que le hagan campaña porque tiene en contra hasta a los estudiantes de periodismo.
Quizás su plazo sea la próxima fecha doble si no le va bien el martes. ¿Y saben por qué? No es un tipo aprovechador. Un detalle para argumentarlo: cuando visitó a los que militan en Europa y el extranjero puso de su plata y no se pone en plan al viajar en clase económica. No como el ‘Tigre’ que no se subía a un avión si no era en business y con la manga de haraganes que lo acompañaban. Así es...
Ahora viene Argentina y la gran pregunta es: ¿Salimos al ataque? Imposible desde mi humilde punto de vista. Este rival no es Chile, Bolivia, Paraguay, Venezuela, Colombia o Ecuador, donde no hay marcadas diferencias. Nos enfrentamos al número uno del planeta, al último campeón del Mundial, a la máquina de fútbol, al mejor seleccionado albiceleste de todos los tiempos y a los tops más caros de la historia. Estos son datos, estadísticas, pero también una realidad. Hay que analizarlo en frío.
Este es un choque para tomarlo con pinzas. Corremos riesgos desde el arranque o trabajamos los 100 minutos. Lo que creo es que no debemos renunciar a salir de la cueva. Todos defienden. Todos avanzan. Vamos a necesitar que rindan el 200% físicamente. Miren a los ‘chamos’ en Brasil que hasta los pecharon y sacaron al fresco. Ese es el camino. Rexuxa..
Entro a Youtube Premium a chequear el último cruce en el ‘Monumental’ de Buenos Aires. Aquella noche perdimos 1-0 con gol de cabeza de Lautaro y Yotún falló un penal. Hay una imagen que debe encojonar a la muchachada. Y es cuando Jefferson Farfán casi se lo come vivo al ‘Cuti’ Romero.
No hay necesidad de leer los labios de la ‘Foquita’. Le recontra recuerda a su madre en su pepa y quería meterle puñete y partirlo en dos. Otamendi intervino para separarlos. Ese par son cómplices. Son unos ‘gansteres’ a la hora de las divididas.
Honestamente, Perú no puede jugar peor que lo visto hace unos días. Repetir una actuación así sería fatal. Así que si reaccionan, se comprometen y enchufan, se la pondrán difícil. Y esto es un deporte de sorpresas. Gitanería, leche, suerte, fortuna o un milagro de Dios, lo que sea, pero hay que guerrear y competir como los machos.
Los cobardes y blanditos para afuera. Las mejores presentaciones de la blanquirroja en Eliminatorias siempre han sido ante ellos. En La Bombonera, en Núñez, en el Nacional y en cualquier cancha. Con Maradona, Perfumo, Passarella, Fillol y otros cracks. Olvídense de la camiseta, de los apellidos, vamos por el honor, el orgullo, por el país. Y no va a ser... Me voy, soy fuga.
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