Del saque somos carnecita... Faltan pocas horas. O sea nada. Estoy tranquilito como nunca. Por primera vez no estoy ansioso ni inquieto. Es una Eliminatoria, es una batalla de aquellas, pero no me como el cerebro ni me rayo. Este Chile-Perú es una gran oportunidad para golpear y romper la malísima racha en Santiago. Y me baso en lo que he visto en la primera fecha doble y amistosos de la ‘Roja’. Ni siquiera tomo en cuenta sus últimas eliminaciones. Siguen con tíos en sillas de ruedas porque no salen chibolos buenos. La neta es que no me inspiran ni mela. Ni miedo, temor ni tampoco subestimo. Repito, la única forma que nos pinten el cacharro es que tengamos una noche fatal. Y por siaca, lo vengo escribiendo hace rato y me han dado la razón los históricos Fabián Estay, Carlos Caszely y otros comentaristas. El equipo del ‘Toto’ es una gelatina y de bolsa. Ni siquiera de caja. Así que pilas. Sí, señores...
Que nos silben el himno, que insulten y ofendan, que nos den por donde más nos duele, que carabineros, hinchas y recogebolas nos hagan la vida imposible, eso lo tenemos tarifado. Apliquemos la inteligencia, personalidad y canchería. La localía es su fuerte, su ‘mejor jugador’, porque no son como algunos sonsos que pagan hasta reventa de 2 mil soles para hacerle barrita al rival o pleitesía a una estrella mundial. Esos rotos tribuneros son guapos solo con nosotros. Van otras selecciones y están muditos. La paciencia te da claridad. No entremos en la desesperación porque ahí sí nos nublamos. El corazón, el ritmo, la presión, no se negocian. Rexuxa...
Los Gallese, Yotún, Paolo y Advíncula tienen 100 guerras encima con la blanquirroja. El ‘León’ Zambrano y la ‘Culebra’ Carrillo han brillado en estadios y ligas del primer mundo. La muchachada es recorrida al mango. No necesitan que los encojonen. Simplemente, de pisar esa tierra, ver esa camiseta o polo al frente, es suficiente para que te creas Spiderman. Desde que nacimos, desde chiquitos, adolescentes, jóvenes, choclones, ancianos y por historia, queremos meternos a la televisión y agarrarnos a tabazos. El ‘Cabezón’ habrá olvidado lo del 97′ y está bien, pero yo no. Tampoco cuando ‘Panadero’ se defendió con sus chimpunes contra esos perros rabiosos y salvajes que les tiraron encima en el vestuario. No hay rencor, tampoco perdón. Nunca seré tibiecito. Voy de frente, guste o no guste. Así me voy a morir. Y no va a ser...
No estoy para dar clases de táctica. Ni sermones de fútbol. Las flechitas de la pizarra colgada en el camarín hay que cumplirlas. El sistema lo elige el DT, los jugadores lo desarrollan. Lo que marcará la diferencia es la impronta, inspiración, iniciativa y buenas decisiones. Las pautas y detalles del entrenador suman... o también restan. Espero que no ratoneemos. Una cosa es el orden defensivo y otra colgarse del arco y renunciar al ataque. Si no rematamos o avanzamos es por las santas hueveras. Esos si a los 30 minutos no vacunan, se vuelven cardiacos. Y con las cargadas entrarán en trompo. Yo estaré en la redacción sentado con mis canilleras y con la garganta lista para gritar un ‘goool, carajo’. Vamos que sí se puede... Me voy, soy fuga.
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