Empiezo con el Perú vs. Uruguay... Un consejo para Paolo Guerrero, nuestro capitán y líder de la selección. Busca al árbitro antes que empiece el partido y ‘párchalo’ con cara de malo, asado: ‘Señor, mucho ojo con Suárez y sus piscinazos'. Luisito ‘fabrica’ los penales, porque la mayoría no lo son. También que le advierta de los coditos sin intención y puntazos caletas en los tobillos. Que le gane el vivo en one. Que se lo diga en los camarines, en el intercambio de banderines o en la foto protocolar. Allí no le va a sacar tarjeta amarilla y se morderá la lengua. Si lo hace, el hombre pensará dos veces antes de cobrar una falta o por lo menos sentirá una mirada que lo sigue cada vez que toque el pito. Sí, señores, el Perú vs. Uruguay se gana desde antes de que ruede la pelota...
El ‘Depredador’ en el momento de las hurras o de dar un mensaje al grupo, que recuerde a las familias que se han quedado en la pobreza total, sin nada, sin casa, sin una lata de atún para comer, sin un trapo y sin un sol, en Huaycoloro, Huarochirí, Carapongo, Cajamarquilla, Paramonga, Piura, Chiclayo, Trujillo, Tumbes, Huarmey, Casma, entre otras ciudades. Que encaballe a la gente para que le regalen una sonrisa a esos niños que están durmiendo a la intemperie, que el sol les da en la cara en las mañanas y no tienen ni una botella de agua para hidratarse. Que están rodeados de barro, lodo, insectos, ratas. Ellos son peruanos como tú y yo. Una alegría para tanta desgracia. Así es...
Todos me preguntan: ¿Perú o Uruguay? La razón me apaga. El corazón me levanta la moral. El ‘Maestro’ Tabárez se lo almuerza sin ají a Gareca en el banco y con bastón todavía. La diferencia son tres mundiales. En la cancha, Godín, Cavani y el ‘Pistolero’ son top en el mundo en sus respectivos puestos. Pero yo creo en mi blanquirroja. En el toque, en la gambeta, en la inspiración. Por eso Cuevita, Carrillo y Flores encaren, pidan el balón, no se escondan, carajo. Ni tampoco caigamos en la provocación. No estamos para idioteces. Es la hora de la verdad y de demostrar que en el fútbol no hay favoritos, ni cucos, ni estrellas. Gana el mejor. Vence el guerrero. Sale victorioso el que no afloja hasta el final. Miren el video de Neymar cuando el Barcelona iba 3-1 con PSG y quedaba eliminado de la Champions. Quiso y pudo. Su rostro y juego creyeron en la remontada. Y no va a ser... Me voy, soy fuga.
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