Del saque somos carnecita... Partido emocionante el Perú-Uruguay del Sudamericano Sub 17. Fue 3-2 y en la última jugada. Para armar una novela. Una película. Goles y llanto al final. De tristeza y felicidad. Hinchas y familiares metiéndose a la cancha para abrazarse con los jugadores. Y los que lo vieron por televisión desfogando toda su angustia. Nuestros chamaquitos con garra y huevos sacaron un partido que empezó complicado y estaba acabando con un resultado lapidario. Las imágenes y postales luego del partido son impresionantes. Son para quebrarse, para saltar como locos. Y primero para agradecerle a Dios por tremenda alegría. Sí, señores...
A veces se debe ganar como sea. Y esta era una de esas ocasiones. Costó reponerse al inicio del cotejo cuando nos adelantaron porque a esa edad, con la presión encima, no hay ideas y las piernas no te responden. Además, era la última jornada. No había margen de error. Era todo al asador. El carácter de Yuriel Celi, el talento y habilidad de Óscar Pinto empujaron al equipo, que se entregó sin guardarse nada. Eliminamos a un siempre candidato a llevarse los torneos y mundiales. Es una pena habernos quedado fuera por diferencia de goles. Así es...
El gol de Mathías Llontop es para ponerlo en un cuadro. Le dimos de su propia medicina. De cabeza, pero a la perucha porque fue de ‘cuca’. El lateral charrúa primero gira y no lo ve al chato. Medio segundo después, lo anticiparon y el balón estaba adentro. Curuju...
Hoy no es momento de analizar. No lo hice en plena competencia. Solo me limité a motivarlos. Criticar a chibolos es muy peligroso cuando todavía están en formación. Seguro en unos días voy a destacar lo bueno y también lo que no me parece... Me voy, soy fuga.