Del saque somos carnecita... Ha comenzado a correr el rumor de que los seleccionados en la interna han sugerido que se quede Óscar Ibáñez para el próximo proceso. En ningún país del mundo, los futbolistas colocan al entrenador. La verdad es que el exarquero ha hecho un trabajo aceptable, pero lo que necesitamos es una reingeniería total porque somos penúltimos en las Eliminatorias y últimos en todas las categorías menores.
Y la solución es un técnico de primer nivel, de experiencia y recorrido. Revolucionario y que sepa hasta cómo se deben cortar las uñas los peloteros. Nada de antipáticos, viejitos renegones y cabuleros. Sí, señores...
Los vagos y mis causas me revientan el fono: “Bombardero, te crees vivo, prometiste cosas porque sabías que la ecuación del repechaje era imposible”. Muchachos, me arriesgué y no se dio. Hay otros que esperaban el milagro sin dar nada a cambio. Yo tengo palabra, dejaba todos mis vicios, la timba, el póquer y la canallada. Así que no timbren para hacer hora conmigo, mi piel es de chancho y mi correa de cuero. La próxima no digo ni mela y todo tranquilo. Curuju...
Ha surgido el segundo comentarista-empresario. Es uno alto, fue arquero y anda comentando de fútbol. Se ha encargado de contactar con unos cusqueños para colocarlos en clubes de Lima. Eso sí, por ahora no pide porcentaje, solo voluntad. Quéeeee...
La neta que las cosas no cambian aquí. Los integrantes de un club histórico de la Liga 3, que tienen la misma franja que la ‘Bicolor’, cuando acaba el partido, salen a las afueras del estadio y se comen su rico cebiche de carretilla delante de los dirigentes y los hinchas. ¿Y el profesionalismo? Se comportan como biruteros de barrio. No cuidan en lo mínimo su alimentación. Así no es... Me voy, soy fuga.
