Del saque somos carnecita... Hoy es el día de la chibolada. La Sub-17 tiene en sus pies la posibilidad de ir al Mundial de Brasil. Toca Uruguay y allí no hay un Luisito Suárez, Edison Cavani o Diego Godín. Todos son chamacos en formación. Nadie marca la diferencia. Ni en lo colectivo ni en lo individual. Son iguales a ustedes. Ellos en lo suyo y nosotros con lo nuestro. Seguro que será durísimo el duelo, pero con fútbol, carácter, chiche y atrevimiento se puede conseguir el objetivo. Los chiquillos tienen que meterse en la cabecita que tres puntos los separan de lo que han soñado todas estas noches. El hincha que no presione desde el arranque. Que aliente, cante y empuje. A esta edad, no se puede jorobar por las puras. Sí se puede carajo...
La firme que ese delantero que chocaba con la hija de un dirigente de la ‘Franja’ y ahora se sienta en la ‘Silla del Inca’, no tiene cura. Está afanando casi obsesivamente a una miraflorina, que va y viene de los ‘yunaites’. Ya la visitó, durmieron juntos y ahora quiere llevarla unos días a disfrutar de unos buenos baños termales. Rexuxa...
Me cuentan que el panameño de Ate les dijo a los utileros que se alisten, que terminando de entrenar los iba a llevar a comer unas ricas hamburguesas. Algunos fueron sin desayuno, esperando un banquete. El zambito cumplió, pero no en un local con mesitas, aire acondicionado y un mozo que les tome los pedidos. Fue en una carretilla de una esquina, donde se come de pie. Así es...
Me pasan la voz que ese lateral que tiene los nombres de Maradona es recontra piña, salado. Se ha reinventado en Primera con los colores de un club cusqueño, pero saltó un juicio que tenía por manejar ‘bombeado’ y tuvo que volver a Lima para arreglar el tema. Está pagando sus errores. Así es... Me voy, soy fuga.