Del saque somos carnecita... Nunca en mi vida he pedido que un partido acabe finalizado el primer tiempo. Quería apagar la televisión o que caiga una lluvia torrencial para que lo suspendan. Soy confeso hincha del Barcelona de España, a tal punto que hasta me soplo con gusto las repeticiones de la Liga y Champions en la noche. Pero lo de ayer ha sido el mayor ridículo de su historia. Un 8-2 humillante a favor del Bayern que es el fútbol total con una máquina de 20 atletas y dirigentes que hacen lo suyo en los micrófonos. Y el resultado es corto. Ter Stegen se pudo comer una docena tranquilamente. Fue raro verlo impreciso con los pies cuando es su fuerte.
Rummenigge lo chambeó a la boquilla: ‘Neuer es de clase mundial y Marc va camino a serlo’. Tanto lo desconcentró que no tuvo atajadas salvadoras. Parecía un choque de los alemanes en pretemporada ante un equipito de la Regional de Austria o un pueblito de por allí. La cancha del estadio ‘Da Luz’ se convirtió en la pista del aeropuerto ‘El Prat’ (Barcelona), donde Semedo, Lenglet y compañía eran los señaleros para que despeguen los aviones germanos Müller, Lewandowski, Davies, entre otros. Cinco goles llevan la firma del portugués con selfie incluido. No hay adjetivos que encajen con esta vergüenza. Sí, señores...
Tengo más de cien llamadas perdidas en mi celular. No le he contestado a mis colegas, brothers ni familiares. Yo doy la cara, pero simplemente no me quiero pelear. Sé que las timbradas vienen con ‘joda’, con cargada, ‘sonky’ y no estoy de humor para aguantar a nadie. Ningún análisis ni ‘Te apuesto’ dio este número. Hablaban de favoritismo, pero no de abuso. Y no soy general después de la batalla. Todo está en mis archivos. Lo vengo repitiendo desde el 3-0 de la Roma en el 2018. Cada eliminación después de ese año ha sido traumática. Quieren seguir viviendo del ‘tiki taka’. De la posesión, del pasesito y eso en la actualidad tiene que estar reforzado con velocidad, recorrido, dinámica, potencia y desmarque sin balón. Lamentablemente, este equipo es vago porque se refleja en la cancha que no entrena. Va a 40 kilómetros por hora. Así es...
El principal problema del ‘Barza’ es que no tiene laterales y regala la mediacancha con gente lenta, treintona y sin doble tracción. Hace rato digo que Alba y Busquets ya no están. El zurdo no marca ni a su mujer. Es frágil en los centros cruzados y en la dividida, y es culpable directo de varias caídas históricas. Solo es punzante cuando ataca. El 5 traslada y rota muy bien la pelota, pero sufre con los Liverpool y clubes con intensidad. Es decir, uno menos, se descoloca y eso que anticipé que no debía estar en el once inicial. Si a eso sumamos que Messi no presiona, no tapa la salida, ya es dar demasiada ventaja. Además, con la pasividad con que se recupera la pelota. El argentino necesita estar fresco para desequilibrar y es comprensible. El mejor del mundo en espacios cortos y diagonales de 20 o 30 metros es imparable. Ya no lo exijan con piques largos porque es por las santas ‘hueveras’. Hay que dibujar un esquema donde esté bien rodeado como en las ‘Orejonas’ que levantó. Fue cuando tuvo al lado a Ronaldinho, Neymar, estrellas que distraían a los rivales. Él solito no se va a llevar a los 11. Rexuxa...
Insisto en el recambio de la volante. Vidal es corazón, músculo y criterio, pero ayer solo se notó su apellido en la alineación. No seré mezquino con el chileno de buena temporada. Sergi Roberto no tiene la categoría ni galones para estas guerras. Es polifuncional, pero ni habilita ni la mete ni detiene. De Jong es crack, de corte técnico y con desdoblamiento, pero el chibolo siente que no están a su ritmo. Encima adelante no hay galgos para la sorpresa. Luisito Suárez es de área y choque. Y para mí, sigue vigente. Contrataron a Griezmann cuando el equipo pedía extremos rápidos y hábiles. Nunca le encontraron su lugar. O sea, mantequilla Laive. Y eso es culpa de Abidal, secretario técnico, quien armó una plantilla de ‘media caña’ que no ganó un solo trofeo este 2019-2020. Que se queden Ter Stegen, De Jong, Messi, Suárez, Dembélé, Ansu Fati, Riqui Puig. Vidal, Piqué y Lenglet en evaluación. Al resto, con Quique Setién y el presidente Bartomeu, que los metan a una licuadora. Ayayayay... Me voy, soy fuga.