Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una espectacular papa a la huancaína con huevito sancochado y aceituna y, como plato de fondo, un contundente arroz con pollo, todo con una jarrita de maracuyá bien fresca. “María, los niños ya están de vacaciones y muchos padres de familia se preguntan: ‘¿Y ahora qué hago?’ Es bueno tenerlos en casa, pero también hay que motivarlos para que se desarrollen en campos como el deporte o las artes.
Hay que tener en cuenta que los pequeños esperan con ansias los meses de verano, pues ellos al igual que los adultos necesitan despejarse de las tareas habituales que tuvieron en el año escolar, y así vivir nuevas experiencias. Reforcemos su parte creativa, pues así estaremos favoreciendo el desarrollo y la educación integral de los niños. Insisto, las vacaciones deben ser productivas y divertidas. Solo en el caso de que lo necesiten deberán seguir programas de recuperación. Pero no solo es inscribirlos en cursos o dejarlos salir libremente con sus amigos a divertirse. Nuestros hijos deben saber que estamos siempre con ellos. Mamá y papá no pueden estar lejos. Su presencia es fundamental para un crecimiento con protección, valores y principios.
Especialistas señalan que en las vacaciones, los padres deben saber dónde están sus pequeños, quiénes son sus amistades y con qué fin usan las redes sociales. Eso sí, recomiendan jamás poner presión sobre los hijos, pues así podríamos estar creando a un ser rebelde, que podría cuestionar la autoridad de sus progenitores. Criar un niño no es una tarea fácil. Se debe actuar con mucha inteligencia, paciencia, amor y disciplina. Los menores deben encontrar la respuesta a sus dudas en casa y no buscarla fuera de ella, ya que en ese momento aparecen los malos consejos que pueden llevarlos por el camino equivocado. Las vacaciones no pueden ser sinónimo de descontrol.
Hay que aprovechar esta temporada y compartir el tiempo con los hijos, realizar juntos actividades divertidas, que además de desarrollar habilidades y talentos, reforzarán las relaciones familiares. Hay que saber siempre dónde están los pequeños. Por ejemplo, si van a la playa o piscina con amigos, deben estar acompañados de un adulto responsable. Insisto, criar un hijo no es fácil, los padres deben asumir el reto con respnsabilidad, dedicación y mucho amor”. Pucha, mi amigo tiene razón. En estas vacaciones hay que darles cierta libertad a nuestros niños más grandecitos, pero jamás dejarlos solos. Me voy, cuídense.
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Mi amigo, el fotógrafo Gary, llegó al restaurante por una espectacular papa a la huancaína con huevito sancochado y aceituna y, como plato de fondo, un contundente arroz con pollo, todo con una jarrita de maracuyá bien fresca. “María, los niños ya están de vacaciones y muchos padres de familia se preguntan: ‘¿Y ahora qué hago?’ Es bueno tenerlos en casa, pero también hay que motivarlos para que se desarrollen en campos como el deporte o las artes.
Hay que tener en cuenta que los pequeños esperan con ansias los meses de verano, pues ellos al igual que los adultos necesitan despejarse de las tareas habituales que tuvieron en el año escolar, y así vivir nuevas experiencias. Reforcemos su parte creativa, pues así estaremos favoreciendo el desarrollo y la educación integral de los niños. Insisto, las vacaciones deben ser productivas y divertidas. Solo en el caso de que lo necesiten deberán seguir programas de recuperación. Pero no solo es inscribirlos en cursos o dejarlos salir libremente con sus amigos a divertirse. Nuestros hijos deben saber que estamos siempre con ellos. Mamá y papá no pueden estar lejos. Su presencia es fundamental para un crecimiento con protección, valores y principios.
Especialistas señalan que en las vacaciones, los padres deben saber dónde están sus pequeños, quiénes son sus amistades y con qué fin usan las redes sociales. Eso sí, recomiendan jamás poner presión sobre los hijos, pues así podríamos estar creando a un ser rebelde, que podría cuestionar la autoridad de sus progenitores. Criar un niño no es una tarea fácil. Se debe actuar con mucha inteligencia, paciencia, amor y disciplina. Los menores deben encontrar la respuesta a sus dudas en casa y no buscarla fuera de ella, ya que en ese momento aparecen los malos consejos que pueden llevarlos por el camino equivocado. Las vacaciones no pueden ser sinónimo de descontrol.
Hay que aprovechar esta temporada y compartir el tiempo con los hijos, realizar juntos actividades divertidas, que además de desarrollar habilidades y talentos, reforzarán las relaciones familiares. Hay que saber siempre dónde están los pequeños. Por ejemplo, si van a la playa o piscina con amigos, deben estar acompañados de un adulto responsable. Insisto, criar un hijo no es fácil, los padres deben asumir el reto con respnsabilidad, dedicación y mucho amor”. Pucha, mi amigo tiene razón. En estas vacaciones hay que darles cierta libertad a nuestros niños más grandecitos, pero jamás dejarlos solos. Me voy, cuídense.
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