El fotógrafo Gary llegó al restaurante por un arroz chaufa de mariscos y unos chicharroncitos de pescado con salsa criolla. Para la sed, se pidió una jarrita de agua de cocona.
“María, son preocupantes las cifras que dio la ministra de la Mujer, Marcela Huaita, en el sentido de que, en Perú, cuatro menores de 15 años se convierten en madres cada día. Según datos oficiales, solo el año pasado acudieron a esa institución mil 538 chicas, entre 11 y 15 años, para tramitar el DNI de sus bebés recién nacidos.
Como si fuera poco, tres de cada cuatro hombres que embarazan a estas chicas en Perú son mayores de edad, ¡¡y, en algunos casos, superan los 30 años!! Esta es una situación realmente delicada pues, en primer lugar, dejar encinta a una menor de esta edad constituye una violación. Además, estas niñas no están preparadas física ni emocionalmente para tener y criar hijos.
En el Perú es alto el número de adolescentes que se embaraza. Basta señalar, según el estudio mostrado por la ministra Huaita, que queda encinta una de cada cinco chicas de las zonas rurales. Está claro que el Estado debe invertir más en proteger a este grupo vulnerable, pues la mayoría de afectadas son pobres y no tienen el apoyo de sus padres, ya que muchas veces son echadas a la calle.
Así, ellas y sus bebés quedan librados a su suerte, condenados a ser pobres siempre. Me pregunto, cuántas chicas quedan embarazadas como consecuencia de la ausencia de amor, comunicación y respeto que debe haber en casa, de la violencia y la pobreza de sus hogares que las empuja a preferir la calle, a adoptar comportamientos riesgosos y a enredarse con cualquier sujeto. La televisión también cumple su rol.
En los horarios en los que antes pasaban a Yola Polastri y el Tío Johnny, ahora hay programas en los que tipos fortachones, sin ninguna consideración, faltan el respeto a las damas. Las jóvenes, a su vez, tienen varios amoríos, se besuquean y manosean con uno y con otro. Si dejamos que chicas de ocho, doce o catorce años vean estas cosas como ‘normales’, entonces las estamos empujando a que las imiten, a que estén con varios tipos. Los padres y tutores tenemos un papel fundamental en la crianza y el cuidado de los hijos.
Hay que controlar lo que consumen en TV e Internet, conocer a sus amigos, ponerles reglas. Hay que hablarles y hacerles entender lo importante que es el sexo, y que no se trata de ningún juego. Los adolescentes, así se les prohíba tener relaciones íntimas, las tendrán si ellos quieren. Por eso, la importancia de conversar con ellos para hacerles ver los riesgos de iniciar una vida sexual temprana. Lo mejor es convencerlos de que retrasen ese aspecto de sus vidas que, de todas maneras, les llegará”. Gary tiene razón. Me voy, cuídense.
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