Aunque quedan días para su comienzo, el primer reto en el juicio contra el expolicía blanco Derek Chauvin por el asesinato del afroamericano George Floyd ha sido seleccionar a un jurado no influenciado por las imágenes de aquella muerte que dieron la vuelta al mundo.
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Chauvin, que ha vestido traje y corbata durante la selección del jurado, está acusado de haber matado a Floyd cuando el 25 de mayo del 2020 colocó su rodilla sobre el cuello del hombre, quien esposado y tendido en el suelo llamó a su madre y repitió dos decenas de veces: “No puedo respirar”.
La agresión fue grabada en un vídeo de ocho minutos y 46 segundos y provocó las mayores protestas contra el racismo en EE.UU. desde el asesinato de Martin Luther King Jr a finales de la década de los 60.
Una difícil imparcialidad
Debido a la amplia difusión de las imágenes, está siendo difícil encontrar entre los vecinos de Mineápolis (Minesota) a alguien que no tenga una opinión sobre el tema o que sea capaz de dejarla a un lado para evaluar las pruebas del juicio con objetividad, explicó a Efe Ted Sampsell-Jones, profesor de Derecho en la universidad Mitchell Hamline School en Saint Paul (Minesota).
Sabiendo lo complicado del caso, Mineápolis envió en diciembre un cuestionario a los buzones de los vecinos para iniciar la preselección del jurado.
El cuestionario, de 16 paginas, incluía preguntas como: “¿Ha visto alguna vez el vídeo de George Floyd?” o “¿Participó usted o alguien cercano a usted en las protestas de Mineápolis contra la brutalidad policial?”.
Eso sirvió para hacer una criba preliminar, que pasaron decenas de candidatos, de los que más de 80 ya han sido cuestionados por la defensa y la acusación, aunque la voz cantante la ha llevado el juez Peter Cahill, blanco y con fama de ser directo.
Esto es así porque en EE.UU. el juez escucha los argumentos de la defensa y la acusación a favor o en contra de los posibles miembros del jurado, pero es él quien toma la decisión final.
Asimismo, en este caso, la defensa puede rechazar a 15 candidatos y la acusación a 9, un número mayor que en otras ocasiones debido a la dificultad de encontrar a personas sin ideas preconcebidas.
La única excepción bajo la ley de Minesota es que ninguna de las dos partes puede descartar a un aspirante por el color de su piel.
El componente racial del jurado
La ley sí que permite excluir a candidatos que hayan tenido malas experiencias con la policía, lo que suele ocurrir más frecuentemente con los afroamericanos que con los blancos, por lo que en la práctica se está dejando fuera a un grupo demográfico, dijo a Efe Andrew Gordon, subdirector de Legal Rights Center, una ONG de Minesota que ofrece servicios legales a comunidades marginadas.
Otro factor importante, destacó Gordon, es que cada miembro del jurado recibe solo 20 dólares al día, por lo que muchos afroamericanos deciden no participar en el jurado.
“La gente hace las cuentas y no le salen. Piensan que ‘con 20 dólares tengo que pagar el alquiler, alimentar a mis hijos o incluso buscar a alguien que los cuide porque algunas escuelas están cerradas por la pandemia’. Y de esa forma, los afroamericanos son excluidos sistemáticamente”, argumentó.
De hecho, los datos del censo muestran que una familia negra en Mineápolis gana de media 36.000 dólares al año, lejos de los 83.000 que ingresa una blanca.
Siete blancos entre los miembros del jurado
Por todas esas razones, hasta el momento se ha seleccionado para el jurado del caso Floyd a siete personas que se definen como blancas y seis de otras razas.
Solo queda por elegir a una persona más, algo que podría ocurrir el lunes cuando se reanude el proceso. En total, se necesitan 14 miembros, aunque dos ejercerán de suplentes.
De momento, la persona de más edad es una mujer afroamericana de unos 60 años y los más jóvenes tienen unos 20 años, y son un hombre blanco y una mujer que se define como multirracial.
27 millones de dólares
Aparte de la raza, otro factor que se ha colado en el juicio es la indemnización de 27 millones de dólares que Mineápolis pagará a la familia de Floyd como parte de un proceso civil.
Mineápolis anunció el acuerdo en pleno proceso para seleccionar el jurado, lo que intranquilizó a la defensa y la acusación, aunque por diferentes razones.
A los abogados de Chauvin les preocupa que un miembro del jurado piense que su defendido es culpable, porque Mineápolis haya decidido indemnizar a los parientes de la víctima, mientras que la defensa teme que el jurado opine que no se debe condenar al expolicía porque ya ha habido un compensación a la familia de Floyd, explicó a Efe el profesor de la universidad de Derecho de Minesota, David Schultz.
Una vez seleccionado el jurado, está previsto que el juicio “de facto” comience el 29 de marzo con los argumentos iniciales de las partes.
El proceso de selección se está desarrollando en medio de enormes medidas de seguridad en el juzgado de Mineápolis, que está rodeado de barreras de hormigón y alambre de espino ante el temor de protestas violentas y la llegada de milicias de ultraderecha o miembros de grupos racistas.