Isabel II del Reino Unido, fallecida el pasado 8 de septiembre, se caracterizó por lucir hermosas joyas durante sus 70 años de reinado, entre ellas la Corona imperial del Estado hecha de oro con diamantes, zafiros, esmeraldas, perlas y rubíes. En su día a día ella sacaba elementos especiales de su joyero personal y, a pocos días de su entierro, surge la interrogante de qué joyas serán elegidas para su descanso eterno. Aquí los detalles que se conocen hasta el momento y por qué solo serían dos las seleccionadas.
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Entre sus 300 piezas de más valor destacan 98 broches, 34 pares de pendientes, 15 anillos, 14 relojes y cinco colgantes, pero será enterrada tan solo con dos de ellas.
Lisa Levinson, jefa de comunicación del National Diamond Council, explicó al diario británico Metro que se espera que la monarca descanse eternamente junto a su anillo de boda y unos pendientes de perlas por ser “una mujer increíblemente humilde de corazón”. ¿Cuál es el significado especial de cada una?
El anillo de casada que lució desde su unión con Felipe de Edimburgo fue un regalo de sus padres en 1923 y está elaborado con oro galés, según detallan desde la revista Hola. El símbolo de su amor la acompañará eternamente, luego de que tuvieran 74 años de matrimonio y él falleciera en 2021.
Levinson cree que su anillo de compromiso, que perteneció a su suegra la princesa Alicia de Battenberg, se lo dejará de herencia a su única hija, la princesa Ana del Reino Unido, quien estuvo a su lado en sus últimas 24 horas de vida y acompañó el féretro en su viaje final desde Edimburgo.
El próximo lunes 19 de septiembre tendrá lugar el multitudinario funeral de Estado. Entre los detalles que se conocen para las diversas ceremonias de despedida destacan que el féretro hecho de roble inglés y forrado de plomo estará cubierto por la bandera ‘royal standard’, la enseña de los monarcas británicos, y sobre ella colocarán la Corona imperial del Estado, el orbe del soberano y el cetro del soberano, las joyas de la Corona más valiosas.
Tras la ceremonia en la abadía de Westminster, el féretro de la reina Isabel II será trasladado a la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, donde tendrá lugar un servicio religioso privado para los miembros senior de la familia real británica. Sus restos mortales descansarán junto a los de sus padres y las cenizas de su hermana, la princesa Margarita. El ataúd de su marido, Felipe de Edimburgo, que reposa bajo la bóveda real, se cambiará de sitio para que acompañe al de su esposa.
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