Irán informó que ya no cumplirá con el acuerdo nuclear que concretó en 2015 con potencias mundiales. La televisión estatal de ese país indicó que se desvincula totalmente de los límites fijados en el pacto en materia de enriquecimiento de uranio.
Esto sucede dos días después del ataque del gobierno de Estados Unidos que mató al general iraní Qassem Soleimani. Además, el presidente estadounidense Donald Trump amenazó que tiene otros 52 objetivos iraníes si Teherán responde a los ataques.
Irán estaba dispuesto a negociar con los socios europeos, que hasta el momento no le han ofrecido una alternativa para vender su crudo en el extranjero pese a las sanciones de Estados Unidos. Tampoco se retractó de la promesa de no fabricar un arma nuclear.
Sin embargo, el anuncio representa la amenaza de proliferación nuclear más clara que ha hecho Irán desde que el presidente Donald Trump retiró a Estados Unidos del acuerdo en mayo de 2018. También intensifica las tensiones en la región, debido a que Israel, añejo adversario de los iraníes, ha prometido que no dejará que Irán pueda producir una bomba atómica.
El anuncio se produjo el domingo por la noche luego de que otro funcionario iraní dijo que Teherán consideraría acciones más duras por la muerte del comandante Qassem Soleimani ocurrida el viernes.
La televisora estatal iraní citó un comunicado emitido por el gobierno del presidente Hassan Rouhani en el que señaló que el país no respetará las limitaciones de su enriquecimiento, la cantidad de uranio enriquecido almacenado, así como de la investigación y desarrollo de sus actividades nucleares.
“El gobierno de la República Islámica de Irán ha anunciado en un comunicado su quinta y última acción para reducir los compromisos de Irán bajo el JCPOA. La República Islámica de Irán ya no tiene ninguna limitación en sus operaciones”, informó una televisora estatal utilizando el acrónimo en inglés del acuerdo nuclear.
No proporcionó más detalles sobre qué niveles alcanzaría de manera inmediata como parte de su programa.
Se trata del primer paso de los lideres iraníes, que han prometido vengarse de la muerte de Soleimani. Mientras los ciudadanos en Estados Unidos espera lo peor-algo parecido al 11-S-el gobierno de Donald Trump anunció el envío de 3.500 soldados más a la región. Sin embargo, los planes del mandatario podrían quedarse truncados, pues el Parlamento iraquí, que apoya el primer ministro interino, Adil Abdelmahdi, exigió la salida de las tropas norteamericanas.