A solo cuatro días de las elecciones en Estados Unidos, el candidato demócrata Joe Biden y el actual mandatario republicano Donald Trump intentan reforzar sus ideales de campaña para asegurar los votos necesarios que les asegure el acceso a la Casa Blanca.
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En la amplia lista de agendas que maneja cada candidato, una de las más importantes es la de migración. Y no es para menos, en un país donde hay 11 millones de inmigrantes indocumentados repartidos por los diferentes estados.
En ese sentido, Trump se ha caracterizado desde su primera campaña, que lo llevó a ganar los comicios del 2011, por impulsar una agresiva agenda antimigrantes argumentado que este grupo social “le quita” el trabajo a los estadounidenses. Una de sus propuestas más recordadas fue la de construir un muro fronterizo con México para evitar que sus vecinos sureños sigan enviando “drogas y violadores” al país.
Pese a que esa y otras declaraciones que ha lanzado Trump desde que asumió la presidencia parecían el máximo nivel contra los migrantes que podría alcanzar en sus discursos, ahora desde la tienda republicana anuncian que la política migratoria será aún más severa si consigue un segundo periodo.
Limitar el asilo humanitario, penalizar a las ciudades que protegen a los indocumentados y seguir restringiendo la emisión de visas son solo algunas de las medidas en su agenda, de acuerdo a Stephen Miller, su principal consejero en el tema.
A continuación, detallamos los principales cambios que aplicaría Trump contra los migrantes si es reelecto como presidente de Estados Unidos:
- Mantener suspendida la emisión de tarjetas de residencia. Las conocidas como ‘green cards’ no son emitidas desde junio debido a la pandemia, una situación que Trump buscaría ampliar incluso tras el fin de la emergencia sanitaria.
- Expandir las restricciones de asilo.
- Ampliar los acuerdos de tercer país seguro, para enviar a los migrantes que no quieran recibir.
- Prohibir y penalizar a las ciudades ‘santuario’, en referencias a los lugares como Nueva York, Los Angeles o Miami donde no se persiguen a los indocumentados.
- Endurecer los requisitos para otorgar visas, basados en prohibiciones de viajes a ciudadanos de ciertos países.
- Crear un sistema de méritos, aunque Miller no detalló qué conceptos se tomarían en cuenta para esta evaluación ni a quién se les aplicarían.
- Reducir los programas que ofrezcan visas de trabajo.
Tras conocerse estos detalles, uno de los primeros en pronunciarse ha sido el candidato demócrata Joe Biden, quien a través de un comunicado instó a “sacar” al actual mandatario y acabar con su “cruel” agenda antimigrantes.
“Todo lo que tienen que ofrecer son cuatro años más de retórica de odio y división y políticas que terminarán con el papel histórico de Estados Unidos como símbolo de libertad y prosperidad, y como un faro de esperanza para quienes huyen de la violencia y la opresión en cualquier parte del mundo”, afirmó Biden.
Además, el demócrata aprovechó la oportunidad para recordar que impulsaría una reforma migratoria que facilite que los 11 millones de indocumentados obtengan la ciudadanía estadounidense.
“El único Estados Unidos en el que cree Donald Trump es un Estados Unidos dividido. Yo creo en Estados Unidos de América, un Estados Unidos que se fortalece por su diversidad, orgulloso de nuestra herencia como nación de inmigrantes y donde las familias son inseparables”, concluyó quien también fue vicepresidente del Gobierno de Barack Obama.