Seúl. [AFP]. Los esfuerzos por mejorar las relaciones diplomáticas entre Corea del Norte y Estados Unidos dejaron lugar a la “desesperanza”, apuntó el viernes el ministro norcoreano de Relaciones Exteriores, Ri Son Gwon, dos años después de una cumbre entre Kim Jong Un y Donald Trump.
“La esperanza de mejorar las relaciones, que era muy alta y observada por todo el mundo hace dos años, ahora se ha convertido en desesperanza, caracterizada por un rápido deterioro”, señaló el funcionario en un comunicado de prensa publicado por la agencia oficial KCNA.
Trump y Kim se encontraron frente a frente en Singapur el 12 de junio de 2018, en la primera cumbre entre líderes de los dos países.
Pero las negociaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte se han estancado desde el colapso de una segunda reunión Trump-Kim, mantenida en Hanói el año pasado, sobre las eventuales concesiones de Pyongyang a cambio del alivio de las sanciones económicas.
En una larga declaración divulgada por la Agencia Central de Noticias de Corea del Sur (KCNA), el canciller Ri dijo que mientras la gente de ambos países quería la paz, Washington estaba “empeñado en agravar la situación”.
“Incluso un delgado rayo de optimismo por la paz y la prosperidad en la península de Corea se ha desvanecido en una oscura pesadilla”, apuntó.
El canciller dijo que el país había decidido reforzar su disuasión nuclear nacional "para hacer frente a las amenazas constantes de guerra nuclear de Estados Unidos".
Ri también destacó las decisiones fundamentales de Pyongyang para mejorar los lazos, como una moratoria en las pruebas nucleares, el desmantelamiento del sitio clave de pruebas de Punggye-ri y la repatriación de los restos de los soldados estadounidenses de la Guerra coreana.
Pero el 1 de enero de este año, Kim declaró el fin de la autoimpuesta moratoria de pruebas nucleares y de armamentos.
Pyongyang está sujeto a múltiples sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU por sus programas de armamentos, pero ha llevado a cabo una serie de pruebas en los últimos meses, a menudo describiéndolas como sistemas de lanzamiento múltiple de cohetes, aunque Japón y Estados Unidos los han llamado misiles balísticos.
“Estados Unidos profesa ser un defensor de mejores relaciones (con Corea de Norte), pero de hecho está empeñado en agravar la situación”, señaló Ri en la declaración de KCNA.
“Como resultado, la península coreana se ha convertido en el lugar más peligroso del mundo, bajo amenaza constante del fantasma de la guerra nuclear”, indicó.