Sinchis de Mazamari
Sinchis de Mazamari

Son las 5 de la mañana y el toque de diana retumba entre los pasillos de la 48 Comandancia PNP ‘Los Sinchis de Mazamari’, en la región , donde los agentes saltan como resortes de sus camas para comenzar sus labores diarias, quienes tienen como objetivo erradicar el narcoterrorismo.

Trome viajó hasta la exótica ciudad de Satipo para conocer un poco más de estos valerosos policías que entregan su vida por el país, dejando sus ciudades de origen y familias por el amor que tienen hacia su institución, pero sobre todo al Perú.

“Ser un Sinchi es lo mejor que me pudo haber pasado en la vida”, cuenta brevemente un efectivo mientras se forma para comenzar con los ejercicios matutinos, porque un Sinchi siempre tiene que estar en buen estado físico y entrenarse siempre.

Pero, ¿qué es un Sinchi?
“Es un policía que está preparado para todo y no le tiene miedo a nada, porque en quechua significa ‘el que todo lo puede’”, comenta el sub oficial de tercera Álvarez.

En este santuario de la disciplina, los policías son entrenados en paracaidismo y la lucha contra el narcoterrorismo, pero también reciben técnicas de operaciones de inteligencia, rescate, tácticas anfibias, entre otras que serán utilizadas cuando se internen en los terrenos más inhóspitos para combatir al enemigo.

Llegar a ser un Sinchi es todo un reto, pues como ellos afirman esta base es ‘El templo de los Dioses’, donde muchos quieren ingresar pero son pocos los que logran convertirse en guerreros de verdad.

“Acá el entrenamiento es duro y solo los valientes logran culminar los cursos que brindamos. Esto no es un juego, es la vida policial de verdad porque nuestro trabajo es más peligroso debido a lo que nos enfrentamos”, comentó un oficial.

Por este motivo, personal de otras divisiones policiales, Fuerzas Armadas y hasta del extranjero llegan hasta Mazamari para llevar los cursos de especialización que solo aquí se dictan. 

Una vez culminado el programa, el alumno saldrá con todos los trucos para poder sobrevivir en distintas zonas geográficas y en tácticas para enfrentar un ataque narcoterrorista.

Una de las acciones más recordadas y celebradas de los Sinchis fue en 1970, cuando llegaron a Huaráz (región Áncash) para ayudar a la población luego del terremoto que sepultó la ciudad.

En aquella oportunidad y como es costumbre en ellos, llegaron como ángeles caídos del cielo pues aterrizaron en paracaídas para ayudar a los sobrevivientes a remover los escombros, rescatando heridos, reconstruyendo caminos pero sobre todo, darle seguridad al prójimo.

¿Cómo nacieron los míticos Sinchis?
Fue por la necesidad de combatir las cuatro guerrillas que azotaban el país en la década de 1960 y gracias al apoyo del gobierno estadounidense, quien envió instructores especializados en temas terroristas.

Es así que 1965 se inauguró la 48 Comandancia PNP ‘Los Sinchis de Mazamari’, con agentes especializados en guerra antisubversiva.

Hoy, 52 años después, la tradición, el compromiso y la mística que tienen estos valientes agentes es resguardada por nuevas generaciones, quienes están seguras que darán todo por el Perú.

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