El reconocido actor argentino se ha vuelto enamorar. A los 56 años, Juan Soler vive una nueva oportunidad en el amor y esta vez de la mano de su compatriota María José, quien fue su primera novia en su natal Tucumán. El intérprete asegura que esta etapa de su vida vive feliz y en tranquilidad, en gran medida porque sus hijas y exmujer, Maki, tienen una buen relación su actual pareja.
En una entrevista con la periodista Matilde Obregón, quien tiene su canal de YouTube, el artista -estelar de “La mexicana y el güero”- habló sobre ello y cómo surgió nuevamente el amor entre él y la argentina.
En principio, intentó manejar su nueva relación con discreción pero ahora no tiene miramientos en expresar sus sentimientos a los cuatro vientos. Por ello sus publicaciones en sus redes sociales.
Durante la charla con la mujer de prensa, la pregunta de cómo es la relación entre sus dos hijas y expareja, Maki Moguilevsky, con María José fue casi un tema obligatorio. El histrión aseguró que la relación entre ellas -la ex y la actual- es buena, e incluso comentó que se conocen desde hace tiempo.
“De hecho, Maky la conoció hace muchísimos años, cuando Mía tenía 7 meses, coincidimos en una reunión y estaba María José con su marido y ahí coincidimos, hablamos, platicamos, convivimos unos minutos…”, relató Juan Soler.
Asimismo, destacó la buena relación que él tiene con Maki -con quien tuvo 15 años de relación- y cómo ello ha beneficiado su rol como padres. “Siempre hemos sido amigos, nunca hemos estado peleados en realidad. Hubo un distanciamiento en el momento que nos lleva a separarnos definitivamente pero no hay una pelea así per se, no hay un enfrentamiento. De hecho, hay mucho cariño, salimos a comer con las nenas, pasamos un par de vacaciones juntos…”, expresó.
En otro momento de la platica, el actor contó cómo fue que la chispa del amor se volvió a encender entre él y su antigua novia del colegio. “Pasé dos años y medio separado hasta que me reencontré con María José en una cena. María José fue mi primera novia en mi ciudad de Argentina, en Tucumán, éramos compañeros de escuela, nos sentábamos banco con banco… Nos reencontramos allá y dijimos: ‘¿Por qué no probamos?’”, rememoró.
“Y es muy loco porque vivimos cada quien en países diferentes, ciudades diferentes, muy lejos… Y yo estoy muy contento, la verdad. Es una relación madura, de dos personas que ya están muy hechos…”, puntualizó.
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