Cuando los niños están enfermos, se ponen de mal humor y hacer que tomen sus medicinas resulta una tarea difícil. Negativas, berrinches y llantos son las conductas comunes de los pequeños cuando ven que le acercas el remedio que indicó el doctor. Para que tu engreído cumpla con la toma de fármacos y se cure más rápido, sigue estos consejos:
- NO SOLO LE OFREZCAS EL REMEDIO, explícale a tu hijo que tomarlo lo ayudará a sentirse mejor.
- UNA VES QUE TE DEN LA RECETA, consulta al pediatra sobre las diferentes versiones del mismo medicamento. Hay pastillas masticables, jarabes con saborizantes, cápsulas que pueden abrirse y espolvorear su contenido encima de la comida, revisa cuál será más sencillo para tu pequeño.
- SI EL SABOR ES EL PROBLEMA, trata de darle un poquito de refresco o jugo frío (no helado) del sabor favorito de tu hijo inmediatamente después de que consuma la medicina. Esto ayudará a adormecer el paladar y dejará de sentir el mal sabor.
- TAMBIÉN PUEDES MEZCLAR la medicina con un poco de agua o alguna comida blanda, como budín, puré de manzanas o yogur, aunque antes debes consultarlo con el médico para asegurarte de que no pierda efectividad al mezclarla.
- SI ELIGES UTILIZAR una jeringa para darle la medicina, apunta en las zonas de la boca donde no hay papilas gustativas sensibles a los sabores amargos, como en la parte interior del cachete o la parte posterior de la lengua.
SABÍAS QUE...
Si le das al bebé los remedios con una gran sonrisa y un tono optimista, será más fácil predisponerlo a aceptarlos.