Eres joven pero no puedes mantener una relación duradera, tienes más de 30 años, sin embargo no tienes novio o te acabas de divorciar.
Existen muchos escenarios que pueden causarte temor a quedarte soltera, pero hay algo de lo que debes estar 100% segura: ‘Tu felicidad no depende de otra persona’.
Es cierto que la vida en pareja trae muchos beneficios, pero lo esencial es casarte contigo misma para que te conozcas, quieras y puedas hacer una buena elección cuando sea el momento: ser una soltera feliz o una mujer casada.
Lo esencial asegura Alejandra Ardila, entrenadora de la escuela ‘Creciendo interior’ es que sepas que puedes desarrollarte a pesar de estar sola y que el hombre que tengas al lado es tu compañero, no la columna vertebral de tu vida, pues ese rol es solo tuyo.
“El culpable del temor a quedarse solas es la baja autoestima. Recién cuando una se aprecia a sí misma, es capaz de aceptar una soltería madura o entablar una relación estable”, afirma Ardila.
Respétate, eso incluye tu cuerpo sin permitir tener relaciones pasajeras.
Disfruta tu soledad, estar sola no debe ser un martirio.
Aléjate de las falsas creencias de que tu relación no durará, porque ‘nunca has tenido suerte en el amor’.
Deslígate de los patrones de conducta de tus padres, no porque ellos se divorciaron a ti te pasará lo mismo.
Ubica un espacio de sanación interior, que te permita encontrar tranquilidad. Puede ser un grupo de meditación o yoga.
Conquista esos espacios cotidianos que muchos recorren con sus parejas como ir al cine. Engríete.
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