Hace unos meses, una amiga nos comentó que su hija tenía muchos problemas en el colegio, no entendía las clases, se distraía muy rápido y andaba un poco dispersa en el salón. Además, la menor tenía dificultad para sociabilizarse con el resto de sus compañeros de clase. ¿Y qué estaba sucediendo? Al acudir a un especialista y realizar los exámenes correpondientes, se le diagnosticó el

Conversamos con Malena Huamán, especialista de Padres Positivos, quien nos resolverá las dudas que tenemos sobre este tema.

¿Qué es el TDAH?

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno del neurodesarrollo, que, según datos del Instituto Nacional de Ciencias Neurológicas, afecta entre el 3 y 7% de la población escolar, es decir, 1 de cada 20 niños. Se caracteriza por la presencia de tres síntomas nucleares: falta de atención, hiperactividad e impulsividad. Estos síntomas pueden estar presentes en muchas personas, pero se convierten en trastorno cuando son frecuentes, intensos y afectan la vida del niño, es decir, causa dificultades en la escuela, en el hogar y en sus relaciones sociales.

¿Cómo se puede identificar?

Las personas con TDAH, presentan síntomas como: dificultad para prestar atención, facilidad de distracción, dificultad para permanecer en tareas que demandan esfuerzo, olvido de actividades cotidianas, problemas para organizarse, seguir indicaciones o manejar el tiempo. Asimismo, les cuesta mucho mantenerse tranquilos en situaciones en las que se espera que lo haga, interrumpen, les cuesta esperar su turno, procrastinan, no miden las consecuencias de sus actos. Pero para llegar al diagnóstico no solo tienen que presentar estos síntomas, sino que estos realmente deben afectar la vida del niño.

¿Cuáles son las causas?

El TDAH tiene múltiples causas. En las últimas dos décadas, las investigaciones han demostrado que los niños con TDAH tienen retraso en el desarrollo de algunas regiones cerebrales, presentand mala conectividad y menos actividad cerebral especialmente en regiones prefrontrales, involucradas en el autocontrol, la persistencia en tareas, la resistencia a la distracción y el control del nivel de actividad.

En el 80% de los casos se ha encontrado que los genes responsables del crecimiento, migración y conectividad de estas regiones cerebrales son diferentes en aquellos que tienen TDAH. Por tanto, el TDAH es altamente heredable. En el 20% de casos se debe a eventos adversos durante el embarazo o parto como: consumir alcohol, drogas, nicotina en la gestación, partos prematuros, asfixia neonatal, entre otros.

¿Consecuencias al no identificar el TDAH?

Si el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad no es identificado ni tratado a tiempo, puede afectar la calidad de vida de una persona. La evolución del TDAH se complica con trastornos de conducta, abuso de sustancias, fracaso escolar, problemas laborales, familiares, sociales y económicos. Es muy probable que no logre culminar algún proyecto que desea seguir o sea despedido del trabajo en repetidas oportunidades. A nivel de salud, es posible que desarrolle obesidad, ya que la impulsividad los lleva a no elegir una alimentación balanceada, pueden desarrollar depresión o ansiedad. Por todo ello, es fundamental que las personas con sospecha de TDAH, consulten con un profesional de salud mental que pueda diagnosticar este padecimiento y tratarlo a tiempo.

¿Qué especialista se encarga del TDAH?

El diagnóstico debe ser realizado por un profesional médico, con especialidad en neuropediatría o un psiquiatra infantil. En atención primaria, el pediatra puede identificar y derivar al especialista indicado.

¿Qué deben hacer los padres que conocen el diagnóstico de su hijo?

Lo primero que tienen que hacer los padres para ayudar a sus niños es capacitarse, conocer la naturaleza biológica del TDAH; y volverse expertos en el trastorno. Luego, deben entrenarse en el manejo de la conducta con programas de crianza validados científicamente, como Padres Positivos, el cual utiliza la metodología Triple P, un sistema de apoyo a la crianza para padres que busca mejorar sus habilidades parentales a fin de que sean autosuficientes resolviendo cualquier problema de crianza. En este programa aprenden cómo acompañar el desarrollo de sus niños, brindando un entorno seguro y estructurado, estableciendo rutinas, acompañando el aprendizaje de manera positiva, teniendo expectativas realistas y cuidando de sí mismos como padres.

Consejos para los padres

Cuando un niño es diagnosticado con TDAH lo primero que necesita es tener una guía que lo oriente a sobrellevar este proceso. Para ello, es fundamental como padres involucrarse, aprendiendo cada vez más sobre este padecimiento para saber cómo tratarlo, apoyarlo e identificar qué es lo que verdaderamente necesita el menor.

No todos los niños son iguales; algunos necesitan mejorar su habilidad de prestar atención y escuchar, mientras que otros aprender a calmarse. En el Perú, hay alrededor de 75 mil niños que sufren síntomas del Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, por ello, es importante saber que hay muchos profesionales de salud e instituciones que pueden apoyarlos en este proceso y hacer que el niño tenga una mejor calidad de vida.

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