Si eres de las personas que siente angustia, ansiedad o la necesidad imperante de volver a casa cuando olvidas tu celular o te desesperas por enchufarlo cuando se queda sin batería, es probable que seas víctima de la nomofobia, que es la dependencia al teléfono móvil llevada al extremo. Este trastorno lo sufre sin saberlo al menos la mitad de la población y se caracteriza por el miedo irracional que se siente al no tener este dispositivo en las manos.
Para ellos, estar sin su teléfono operativo es no tener contacto con el mundo, aun cuando las personas con quienes suele hablar están cerca de él como en su espacio laboral, estudiantil o en la misma casa. El nombre de este trastorno proviene de la expresión inglesa ‘no mobile phobia’.
CÓMO EVITARLO
1.En las noches, apaga tu celular o ponlo en silencio en un lugar distante de tu habitación. Descansa.
2.Evita hacer y recibir llamadas después de las 10 de la noche. Dile a tus amigos o familiares que solo te llamen después de esa hora, en caso de una emergencia.
3.No chatees ni hables por teléfono mientras almuerzas, cenas o conversas con alguien.
4.Jamás respondas un mensaje ni hables por teléfono mientras conduces un vehículo. Es peligroso para ti y los peatones.
5.Apaga el celular en los sitios donde está restringido o prohibido su uso.
6.Los fines de semana, dispón de algunas horas para desintoxicarte del uso del celular. Apágalo por un tiempo y luego responde las llamadas o mensajes que te hagan.
SÍNTOMAS
Las personas que padecen de nomofobia, además de enfado y ansiedad, tienen sentimientos de culpa (por no tener operativo el teléfono), pensamientos obsesivos de que pierden comunicaciones muy importantes, dolor de cabeza y estómago, y hasta taquicardias. Quedarse sin teléfono es quedarse sin amigos, por esto también se sienten ‘solos’, ‘tristes’ y ‘aislados’.