Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la demanda de productos como el pescado crece. Este alimento es una fuente clave de nutrientes, pero su frescura y calidad pueden verse afectadas si no se maneja de manera adecuada, por ello es fundamental prestar especial atención a su conservación.
Ante esta realidad y con el fin de poder ayudar a las madres de familia a mantener siempre fresco el pescado, en esta nota te vamos a brindar una serie de consejos.
Al respecto, Camilo Peirano Blondet, gerente general de Superfish, nos brindó cinco consejos prácticos para que disfrutes de un pescado fresco y saludable este verano:
- Compra en lugares de confianza. Asegúrate de adquirir tu pescado en mercados o tiendas que cumplan con medidas de higiene y que garanticen un manejo adecuado de los productos. Asimismo, presta atención a su apariencia: el pescado fresco debe tener ojos brillantes, carne firme y un olor agradable a mar.
- Mantén la cadena de frío. Si compras pescado congelado, verifica que el envase esté sellado y sin señales de descongelamiento, por ejemplo la marca Pescados Premium destaca que no debe existir líquido dentro del envase, cristales de hielo excesivos, pescado blando o con textura pegajosa, ya que todo eso asegura la calidad del producto. Al trasladarlo a casa, utiliza bolsas térmicas para mantenerlo a baja temperatura hasta que llegue al congelador.
- Conserva el pescado fresco adecuadamente. Si optas por pescado fresco, consúmelo el mismo día o guárdalo en el refrigerador a una temperatura de entre 0°C y 4°C. Envuélvelo en papel absorbente o coloca una capa de hielo en un recipiente para mantener su frescura.
- Congélalo correctamente. Si necesitas conservarlo por más tiempo, congélalo lo antes posible. De preferencia, usa bolsas herméticas o envuélvelo bien en papel film para evitar que se queme por el frío. La temperatura ideal de almacenamiento en el congelador es de -18 °C o menos.
- Descongela de manera segura. Esto se realiza de manera gradual en el refrigerador, nunca a temperatura ambiente, para evitar el crecimiento de bacterias. Si estás apurado, puedes usar agua fría o el microondas, pero asegúrate de cocinarlo inmediatamente después.
De acuerdo con Peirano, proteger la frescura del pescado no solo garantiza su sabor y calidad, sino que también es clave para cuidar la salud. “Por eso es importante mantenerlo a temperaturas adecuadas. Por ejemplo, cuando el pescado se descongela y se vuelve a congelar, pueden desarrollarse bacterias que sobreviven a las temperaturas de congelación, y si el pescado no se cocina adecuadamente, estas bacterias pueden causar enfermedades alimentarias como intoxicaciones o reacciones alérgicas”, aseveró.
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