La psoiasis es una enfermedad crónica recuerrente a la piel y se presenta con la aparición de una o varias placas rojas, la descamación en cualquier parte del cuerpo; especialmente en los codos, las rodillas y el cuero cabelludo. Muchas personas con psoriasis también pueden tener las uñas deformadas, gruesas y picadas. Esta afección puede darse en adultos y niños.
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La doctora Johanna Peceros Escalante, Dermatóloga de SANNA Clínica El Golf nos habla sobre esta enfermedad a la piel, las causas y nos da algunos consejos para prevenirla.
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta la piel, pero también puede comprometer las uñas y las articulaciones. No solo afecta a adultos, sino también niños.
Existe predisposición genética en muchos de los casos, pero sobre todo hay factores desencadenantes como el estrés, las infecciones o los traumatismos (como el rascado) que generan recurrencia de las lesiones.
Se caracteriza por lesiones en la piel, las cuales son elevadas, rojizas, con muchas escamas en su superficie, que puede afectar todo el cuerpo, causando mucha picazón que conlleva al rascado, a veces tan intenso que provocan heridas, sangrado y sobre todo aparición de más lesiones.
Al ser una enfermedad que puede presentarse en cualquier momento de la vida y que tiene una base genética, es difícil predecir su aparición. Pero sí se puede controlar las recurrencias y sus complicaciones.
El verano, además de mejorar el estado de ánimo, ayuda a los pacientes con psoriasis, pues la radiación ultravioleta (RUV) disminuye la inflamación de la piel. Pero ello no significa descuidar las medidas de fotoprotección, como el uso de sombreros de ala ancha, ropas adecuadas y el uso de protector solar, principalmente en horas de alta radiación.
Definitivamente. La ansiedad, la depresión, cambios en el estado de ánimo son factores que desencadenan la aparición de lesiones en piel.
Si, algo importante de señalar, es que la psoriasis se asocia a problemas metabólicos, como la obesidad, el colesterol alto, la diabetes, que son factores de riesgo para problemas cardíacos. Por ello no solo se debe recomendar tratamientos médicos sino también un cambio en el estilo de vida con alimentación saludable y una adecuada salud mental.
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