Las pesadillas son sueños desagradables que suelen tener todas las personas. Aunque la mayoría las relaciona a los niños, varios adultos también suelen tenerlas produciéndoles angustia, ansiedad, miedo y terror. Y aunque existen muchas teorías que buscan explicar su origen y la función que tienen, para algunos expertos podrían ser algo bueno.
Según la Asociación Estadounidense del Sueño, una posible explicación es que ayudan al cerebro a procesar las experiencias intensas vividas durante la jornada y lo que realmente buscan es ayudarnos a lidiar eventos perturbadores de nuestra vida cotidiana.
“Las experiencias angustiosas se pueden rememorar durante el sueño adquiriendo un carácter dramático” y aunque pensemos que pueden ser una amenaza, durante el día podemos vincularlos a eventos con respuestas emocionales, señaló en el portal BBC Juan Pareja Grande, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid en España y del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo.
Diego García-Borreguero, doctor en Neurología y Psiquiatría y director del Instituto de Investigaciones del Sueño de México, menciona que los sueños y las pesadillas se producen durante la fase REM (movimientos oculares rápidos, por sus siglas en inglés), que es una etapa del sueño en la que se da una activación de la corteza cerebral y, a la vez, una paralización del aparato locomotor.
Explica que, durante la noche, el sueño REM se altera con las fases del sueño no REM o de ondas lentas y como la actividad cerebral es menor, no existe paralización del aparato locomotor, por lo que es posible moverse. Esta se presenta al inicio de la de la noche. Sin embargo, más tarde, en los dos últimos tercios de la noche, ya se activan el sueño REM que es más extenso, por lo que aquí es donde se presentan las pesadillas.
La reacción de quienes padecen pesadillas es distinta de acuerdo con la personalidad o vivencia de cada individuo. Mientras que algunos recuerdan todo claramente, hay otros que gritan, sudan y entran en un nivel de tensión que no los deja tranquilos.
El especialista detalla que intentar despertar a alguien que está sufriendo un terror nocturno es difícil, pues no suelen responder a estímulos externos.
El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés) señala que las pesadillas en personas adultas suelen presentarse por vivencias de estrés, traumas, enfermedades mentales previas o la toma de ciertos medicamentos como fármacos antidepresivos.
Por su parte, Juan Pareja señala que los medicamentos que causan con más frecuencia pesadillas son los destinados a tratar hipertensión arterial, así como psicofármacos para el Parkinson, para enfermedades neurodegenerativas o para el corazón. Los parches y las pastillas que ayudan a dejar de fumar también han sido señalados como detonantes, lo mismo que el alcohol o el uso de drogas recreativas.
Si las pesadillas se convierten en algo frecuente se tendrá que recurrir a especialistas para determinar por qué se nos presentan de manera seguida. Si son por causa de problemas psicológicos, se tendrá que buscar la ayuda de un terapeuta.
La clínica Mayo de Estados Unidos tiene una terapia de ensayo en imaginación que es calificada de eficaz. “Consiste en cambiar el final de la pesadilla que recuerdas mientras estás despierto para que ya no sea amenazadora. Luego, ensayas el nuevo final en tu mente. Este enfoque puede reducir su frecuencia”, recomienda la Asociación estadounidense del Sueño.