En nuestra era digital, el auge de la tecnología y la automatización ha revolucionado la forma en que trabajamos. Sin embargo, esta comodidad viene a un alto precio: el sedentarismo. Esta inactividad física, aparentemente inofensiva, se ha convertido en una de las principales amenazas para la salud de adultos a nivel global.
El doctor Sebastián Arrieta, experto en Medicina de la Obesidad comenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) nos advierte que el sedentarismo es el cuarto factor de riesgo en lo que respecta a mortalidad global, siendo responsable del 6% de las muertes en todo el mundo.
Pero, ¿qué tan grave es el problema? Imagina que cada día, millones de personas se despiertan, viajan al trabajo, se sientan frente a un escritorio y permanecen inmóviles durante horas, interrumpidos solo por breves momentos de movimiento.
En el caso del Perú, aunque no contamos con cifras exactas, se estima que una gran parte de nuestra población laboral pasa más de 7 horas diarias sentada. Esto no solo aumenta el riesgo de enfermedades crónicas, sino que también afecta la salud mental y el bienestar general.
Ante este panorama, es crucial reconocer la importancia de las pausas activas en nuestra rutina diaria. No se trata solo de combatir el aburrimiento o la fatiga, sino de una cuestión de salud pública que nos afecta a todos.
5 Beneficios Clave de Hacer Pausas Activas Durante el Trabajo
Un estudio realizado en 2016 reveló que breves interrupciones activas pueden aumentar significativamente la concentración y, por ende, mejorar la productividad.
Un estudio publicado en el “Journal of Occupational Health Psychology” demostró que las pausas activas disminuyen los niveles de cortisol (la hormona del estrés).
Permanecer sentado por largos periodos se ha relacionado con enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y obesidad. Las pausas activas, como sugiere un artículo de la “American Journal of Preventive Medicine”, pueden ayudar a combatir estos riesgos.
Un estudio de 2018 confirmó que los estiramientos realizados durante pausas activas pueden aliviar dolores relacionados con malas posturas en el trabajo.
Según investigaciones de la Universidad de Stanford, caminar, incluso por breves periodos, puede aumentar la creatividad en un 60%.
Para aprovechar estos beneficios, aquí te presento tres ejemplos de pausas activas:
Son ejercicios suaves que puedes hacer sin necesidad de mucho espacio. Estirar el cuello, espalda y extremidades puede aliviar tensiones acumuladas.
Solo necesitas levantarte y dar un breve paseo, ya sea dentro de la oficina o al aire libre. Estos paseos ayudan a revitalizar mente y cuerpo.
No todo es movimiento. Dedicar un momento a respirar profundo y meditar puede ser una pausa activa para tu mente.
No esperes a sentirte agobiado o agotado. Incorpora estas pausas activas en tu rutina laboral y disfruta de una mejor calidad de vida y eficiencia en tu trabajo.
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