La es una afección crónica que puede presentar serias complicaciones si no se controla adecuadamente. Esta enfermedad se caracteriza por altos niveles de azúcar en la sangre, a menudo debido a una producción insuficiente de insulina o al mal funcionamiento de la misma en el organismo. Afortunadamente, hay diversas estrategias que pueden ayudar a prevenirla y tratarla, independientemente de nuestro nivel socioeconómico.

El doctor nos explica cómo podemos prevenir esta enfermedad que cada año aqueja a más personas en el mundo.

UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Optar por alimentos ricos en fibra como frutas, vegetales, legumbres y granos enteros, y limitar el consumo de alimentos ultraprocesados y ricos en azúcares refinados, puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en la sangre bajo control.

MANTENERSE ACTIVO FÍSICAMENTE

La actividad física regular, como caminar, correr o practicar algún deporte, ayuda al cuerpo a usar la glucosa como energía y a mejorar la eficacia de la insulina. No se necesita una membresía de un gimnasio costoso; incluso pequeños cambios en el estilo de vida, como subir las escaleras en lugar de usar el ascensor, pueden hacer una gran diferencia.

MANTENER UN PESO SALUDABLE ES CRUCIAL

El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Si ya tienes diabetes, controlar el peso puede ayudar a manejar los niveles de azúcar en la sangre. Consulta a un profesional de la salud para definir cuál es el peso saludable según tu edad, altura y condiciones de salud específicas.

REALIZARSE CHEQUEOS MÉDICOS REGULARES

Estos permiten detectar la prediabetes, que a menudo no presenta síntomas pero que puede progresar a diabetes tipo 2 si no se trata. También es importante seguir las indicaciones de su médico si ya se ha diagnosticado con diabetes, lo que podría incluir tomar medicamentos o insulina según sea necesario.

DECIRLE NO AL CIGARRO

Fumar aumenta enormemente el riesgo de numerosas complicaciones de , incluida la . El tabaquismo agrava los problemas de salud relacionados con la diabetes, como enfermedades del corazón, daño renal y problemas oculares. Dejar de fumar puede ser un desafío, pero hay muchos recursos disponibles para ayudarte a dejar este hábito, incluidos los grupos de apoyo y las terapias de reemplazo de nicotina.

Así, recordamos que estos cinco pilares: llevar una alimentación saludable, mantenerse activo físicamente, mantener un peso saludable, realizarse regulares y no fumar son clave en la prevención y el manejo de la diabetes. Son cambios que pueden parecer pequeños, pero en conjunto, tienen un gran impacto en nuestra salud general y bienestar.

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