Estos dos años de pandemia por COVID-19 nos enseñaron, entre otras cosas, que los virus logran mutar y modificarse conforme pasa el tiempo y de acuerdo con el nivel de contagio. Algunos de estos cambios influyen en las propiedades genéticas del virus, ayudando en su facilidad de propagación, el nivel de la enfermedad o la eficacia de las vacunas.
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Tal como destaca Natalia Vargas Herrera, médico infectóloga del Instituto Nacional de Salud (INS), el virus causante del COVID-19, es un virus ARN.
El ARN, o ácido ribonucleico, es un ácido nucleico similar en estructura al ADN, pero con algunas diferencias sutiles. La célula utiliza el ARN para una serie de tareas diferentes; una de estas moléculas se llama ARN mensajero o ARNm.
A partir del hallazgo del virus ARN en el SARS-CoV-2 se crearon las vacunas. Según el portal de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), las vacunas de ARN mensajero (ARNm) les enseñan a nuestras células a fabricar una proteína que desencadena una respuesta inmunitaria dentro de nuestro organismo.
Como todas las vacunas, las de ARNm benefician a las personas que la reciben porque las protegen contra enfermedades como la enfermedad del coronavirus.
“Estos virus se caracterizan por mutar, es decir, por acumular cambios en su estructura genética a lo largo del tiempo. Gracias a estas mutaciones se han creado a lo que nosotros llamamos las variantes”, aseguró la especialista en un video informativo sobre las variantes del COVID-19.
Herrera señala que las variantes del SARS-CoV-2 o COVID-19 se dividen en básicamente en variantes de preocupación y variantes de interés.
“Las variantes de interés, son causantes de numerosos brotes y de infecciones a nivel comunitario en algunos países; las variantes de preocupación, por el contrario, son variantes que siguen causando infecciones a nivel mundial”, señaló.
“Ejemplos de variantes de preocupación son la variante Delta y la variante ómicron”, asegura, para continuar diciendo que “las variantes de interés son Lambda y Mu”, descubiertas en Perú y Colombia, respectivamente.