La moringa es una planta medicinal originaria de la India y que se cultiva en Perú desde hace más de 20 años; es también conocida como el árbol de la vida, debido a que ha ayudado a muchas personas de bajos recursos económicos a prevenir la desnutrición por su alto contenido de nutrientes. Contiene vitaminas, minerales y múltiples beneficios para el organismo.
La moringa es rica en calcio, potasio, magnesio, zinc, vitaminas A, C y E que, según estudios científicos, poseen componentes antioxidantes y antiinflamatorios. “La moringa tiene altos contenidos de vitamina C, inclusive más que las naranjas”, señala el doctor Jaime A. Yáñez, Gerente Corporativo de Asuntos Científicos y Regulatorios de Teoma Global.
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En el año 2020, salió un estudio en Estados Unidos, en el cual se mencionan las potenciales propiedades benéficas de la moringa para el sistema inmune e inclusive se le vincula con enfermedades autoinmunes. Otros estudios indican que la moringa posee cuatro veces más hierro que la espinaca y cuatro veces más calcio que la leche. Además, es un potente aporte nutricional y energético, con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, antihistamínicas y antibacterianas.
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El experto señala que es una gran aliada no solo durante las épocas de invierno, sino por el resto del año. Aporta proteínas, calcio, betacaroteno, vitamina C, potasio, pocas grasas y cero colesterol dañino.
La moringa tiene un sabor similar al rábanito y se utilizan tanto en guisos como en ensaladas, aunque se recomiendan cocciones cortas y ligeras para optimizar mejor sus nutrientes. También cuenta con presentaciones de hojas de moringa trituradas, en cápsula o en polvo, para tomar como suplemento o añadirlas a batidos u otras recetas.
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