En el vertiginoso mundo de hoy, los problemas de salud han dejado de ser incidentes aislados para convertirse en retos que afectan a toda la comunidad. Con el reciente brote de COVID-19, los consultorios han observado un aumento en las quejas sobre dolor de garganta, uno de sus síntomas predominantes. Pero, ¿cómo podemos lidiar eficazmente con ello?
El doctor Sebastián Arrieta, experto en Medicina de la Obesidad comenta que la ciencia, con su constante evolución, nos ofrece múltiples respuestas. A continuación, te presento cinco formas basadas en estudios clínicos para tratar una garganta afectada por un virus:
Según un estudio publicado en Sleep, dormir adecuadamente puede fortalecer nuestro sistema inmunológico, haciéndonos menos susceptibles a infecciones. Así que, ¡a asegurarse esas 7-9 horas de sueño!
Las vitaminas y minerales, en especial la vitamina C y el zinc, han demostrado ser esenciales para el sistema inmunológico. Un estudio en el Journal of American College of Nutrition sugiere que una dieta rica en frutas y verduras puede prevenir síntomas de infecciones respiratorias.
No necesitas convertirte en un atleta olímpico, pero según el British Journal of Sports Medicine, la actividad física regular puede reducir el riesgo de contraer enfermedades respiratorias.
Un clásico que nunca pasa de moda. Una investigación del American Journal of Preventive Medicine mostró que hacer gárgaras con agua salada puede ayudar a prevenir infecciones respiratorias superiores y aliviar los síntomas del dolor de garganta.
Mantenerse hidratado es fundamental. Un estudio del European Journal of Clinical Nutrition resaltó la importancia de la hidratación en la función mucociliar, ayudando a expulsar patógenos. Además, el uso de humidificadores puede aliviar la garganta seca, especialmente en ambientes secos.
Un estudio del Cochrane Database of Systematic Reviews encontró que la miel puede ser eficaz para reducir la severidad y duración del dolor de garganta. Combinada con el té caliente (sin llegar a quemar), puede ofrecer alivio inmediato.
Según un artículo del Environmental Health Perspectives, la exposición a contaminantes puede irritar la garganta y disminuir la capacidad del cuerpo para combatir infecciones.
El cuidado de la salud es una combinación de medidas preventivas y reactivas. No esperes a sentir dolor para empezar a cuidarte. Y, si sientes molestias en la garganta, ¡estos consejos respaldados por la ciencia te ayudarán a recuperarte!
Nota: Si bien estos consejos están basados en estudios científicos, es fundamental consultar a un profesional de salud para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados.
Menopausia: ¿Cómo tener un corazón saludable durante esta etapa?
La llovizna limeña: ¿amiga o enemiga de nuestra salud?
Contenido GEC