Una buena alimentación es la base para una vida saludable y eso lo saben muy bien los médicos de EsSalud, quienes, en el Día Mundial del Riñón, alertan que consumir sal y grasa en exceso puede afectar el normal desempeño de los riñones y generar hipertensión.
El 10 % de la población peruana tiene algún grado de afectación renal, de los cuales el 2 % puede requerir terapias sustitutivas como la hemodiálisis o la diálisis peritoneal o incluso el trasplante renal, revela a la agencia Andina, el nefrólogo Percy Vidal, coordinador del Centro Nacional de Salud Renal.
“La enfermedad renal es una enfermedad silenciosa. Lamentablemente la población se da cuenta tarde cuando los riñones están muy dañados -ya que no suelen presentar síntomas- y solo funcionan a un 15 % de su capacidad. Recién allí se manifiesta la hinchazón de los pies, los edemas, el cansancio, las náuseas”, expresa el nefrólogo, quien advierte que si “el nivel de urea está muy alto el paciente va a necesitar una terapia de soporte como la diálisis o un trasplante de riñón”.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo son la hipertensión, la diabetes, la obesidad, que debemos controlar a tiempo, así como también nuestra alimentación.
“Debemos manejar el consumo de azúcar y de sal en nuestra alimentación. Los peruanos consumimos más del doble de la cantidad de sal recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Lo recomendable es consumir al día un aproximado de 5 gramos de sal, equivalente a una cucharadita de té. La sal jala agua y genera más hipertensión”, explica el médico, Percy Vidal.
Además, alertó que la hipertensión arterial y el consumo de sal tienen relación directa con la insuficiencia renal. Explicó que la mala alimentación y el consumo desmedido de comida “chatarra” (sal y grasa), así como el de bebidas energizantes o gaseosas (con elevado sodio y azúcar) empeoran la salud cardiovascular y deterioran la función renal.