Desafía la ley de la gravedad. Sea grande o pequeño, con el paso de los años el pecho tiende a caer. Ten en cuenta que no es un músculo sino una glándula suspendida. Realiza estos ejercicios a diario.
1. Coloca los brazos a la altura del pecho, crúzalos y presiona con ambas manos hacia afuera, apretando en el antebrazo. Repite este procedimiento unas 20 veces.
2. Junta las dos palmas de las manos a la altura del pecho, con los brazos flexionados a la altura de los hombros. Presiona con fuerza, tanto como puedas. Realiza unas 20 repeticiones.
3. Cruza los antebrazos haciendo una 'X'. Fuerza al máximo la sonrisa y comprueba que el cuello se tensa y el vértice de los senos se levanta a cada gesto.
4. De pie y con las manos apoyadas a una pared, realiza unas 20 flexiones, como si se tratase de unas planchas verticales. Intenta tocar la superficie con la frente.
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