Leonardo, de joven, fue aficionado a las pesas, y durante toda su vida consumió unos cuatro huevos al día. Acude a consulta porque le habían dicho que la yema de huevo era mala para la salud y solo debería consumir las claras.
Es un mito muy arraigado la idea de que la yema de huevo es mala para la salud y que solo se debería consumir la clara.
El huevo es uno de los alimentos más completos que existen en la Tierra. La clara nos proporciona la albúmina, que es la proteína más importante para desarrollar masa muscular y prevenir la sarcopenia. Y la yema ayuda a la formación de las hormonas, como la testosterona en los varones, el estrógeno y progesterona en las mujeres, y la vitamina D para todos.
En lo particular, recomiendo el consumo de dos huevos completos al día, de preferencia duros.
Leonardo, hoy de 75 años, disfruta todos los días de dos huevos pasados en el desayuno y continúa haciendo ejercicios.