Las redes sociales, el avance acelerado de la virtualidad y los diferentes patrones a seguir estarían dificultando el desarrollo empático y social de los niños. Por eso, no es sorpresa que cada vez haya más chicos con grandes cualidades intelectuales, pero con serias deficiencias para desenvolverse entre sus pares.
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“Las habilidades sociales son estrategias que nos ayudan a resolver una situación de manera efectiva, adaptándolas a nuestras necesidades, sin alterar el entorno en el que nos encontramos. Por eso es tan importante inculcarlas en los niños”, comenta el psicólogo Daniel Trujillo, fundador del centro psicológico Tándem.
El especialista en salud mental recomienda las siguientes cuatro habilidades sociales que debes fomentar en tus niños:
Esta habilidad no solo es importante para niños y adolescentes, sino para todos en general. Si les enseñan desde más chicos, el resultado será más óptimo. Serán capaces de ponerse en el lugar de la otra persona, entender sus sentimientos y aceptarlos.
Les servirá para entender y manejar sus sentimientos y emociones; y así dirigir sus pensamientos y acciones. Un niño con inteligencia emocional logrará resolver mejor sus problemas y desenvolverse en la sociedad.
Les ayudará a expresarse con claridad y honestidad sin herir los sentimientos de los demás o menospreciar los pensamientos de las otras personas. Una persona asertiva es la que habla claro y directo, respetando las ideas del otro.
“No basta con oír y ya, desarrollarán la capacidad de entender el mensaje del otro. Y, sobre todo, transmitirán a la persona que escucharon y entendieron el mensaje”, comenta el psicólogo Daniel Trujillo, del centro de salud Tándem (encuéntralos en Facebook como @tandempsicologos)
Muchos padres de familia creen que los chicos aprenden valores y reglas de convivencia por arte de magia. Es decir, que basta con hablarles de eso para que ellos interioricen y cambien su conducta.
Sin embargo, la verdad es que los niños aprenden con la observación y el ejemplo. Por eso es clave que así como les hablas de esos temas, también los practiques en casa. No por nada existe el famoso dicho ‘Se practica con el ejemplo’.
Si quieres que tus pequeños cambien su conducta o aprendan nuevas cosas, es vital que compartas con ellos esas actividades. Solo así entenderán el mensaje y lo aplicarán en sus propias vidas.
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