Para mantenerte fresquito en verano no solo necesitas una dosis semanal de chapuzones en la playa o la piscina, sino aumentar el consumo de frutas y mantenerte hidratado (con agua) durante todo el día. Además, ¿sabías que existen frutas más refrescantes que otras por su tipo de composición?
Mira también:
La endocrinóloga Rosaura Pérez enlista cinco frutas que sí o sí deberías incluirlas en esta temporada veraniega:
- Frutos rojos (arándonos, fresas)
Refrescantes y ricos en antioxidantes y vitamina C, ayudarán a proteger tu sistema inmunológico.
- Sandía y melón
Estas frutas hermanas son de las que tienen más agua en su composición, pero también menos azúcar y calorías. El melón es ideal para diabéticos e hipertensos.
- Piña
Además de ser la favorita del verano por chicos y grandes, la piña tiene propiedades diuréticas que favorecen el correcto funcionamiento del sistema digestivo.
- Níspero
Es muy rico en pectina, un tipo de fibra soluble que hace el papel de laxante natural. Perfecto para personas que sufren de estreñimiento.
- Papaya
Los beneficios que tiene la papaya son interminables. Te mantiene hidratado y es rica en betacaroteno, que ayuda a reducir la inflamación de las paredes del estómago. Aliada para los que tienen gastritis.
¿Frutas enteras o en jugos?, ¿Qué alternativa es la más saludable?
Esta es una de las dudas más frecuentes que circula alrededor de las personas que inician un régimen alimenticio para bajar de peso o simplemente optan por un estilo de vida más saludable. Y aquí la resolvemos.
Comer la fruta entera siempre será mucho mejor que exprimirla, ya que aporta más beneficios a nuestra salud.
Por supuesto, esto no quiere decir que los jugos o extractos sean malos, sino que aportan menos nutrientes y si se abusa en las porciones de frutas que echas a la licuadora... puede resultar perjudicial para la salud.
¿Por qué es mejor comer la fruta entera?
Simple y directo, porque no pierde sus propiedades y nutrientes, como el gran porcentaje de fibra que tienen. Además, porque al preparar un jugo, no echas una sola fruta, sino varias.
Esta cantidad excesiva de fruta hace que el cuerpo reciba mayor cantidad de calorías y azúcares.
Y si además de licuar el jugo, lo pasas por un colador, entonces perderá toda su fibra. ¿Y qué sucede después? Tu organismo convertirá las calorías de la fruta en grasa y absorberá los azúcares más rápido, lo que podría terminar en picos de azúcar en la sangre, resistencia a la insulina y riesgos de sufrir diabetes tipo 2.
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